Acabamos de saber que el Gobierno, a través del Ministerio de Fomento acaba de dar el primer paso para la implantación de la Euroviñeta en las carreteras españolas.
Si bien, Ana Pastor, Ministra de Fomento, ha dicho en reiteradas ocasiones al sector que no entra entre sus planes, las noticias que vamos conociendo hablan en sentido contrario.
Una reciente modificación de la Ley de Autopistas que otorga poder policial a los trabajadores de las empresas concesionarias de las autopistas de peaje parece ser el pistoletazo de salida para la implantación del peaje por uso de infraestructuras, más conocido como Euroviñeta, para camiones y, en el caso de España, parece ser que también se incluiría a los turismos.
La modificación que se ha introducido permite a los trabajadores de las concesionarios ser considerados como “agentes de la autoridad” para poder sancionar a aquellos usuarios de las pistas de peaje que no paguen o pretendan no pagar el citado peaje. Es decir, suplantarían a los agentes de tráfico de la Guardia Civil en sus funciones.
Y éste es el primer paso legal para la implantación de una Euroviñeta que ya está plenamente efectiva en países como Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Austria, Suiza, Portugal, próximamente Francia, …
El establecimiento de la Euroviñeta conlleva un coste (pórticos y resto de infraestructura necesaria para su cobro y control) de aproximadamente 500 euros mientras que la recaudación prevista del uso de infraestructura por parte de los camiones y turismos supondría entre 1700 millones de euros y 2.000 millones de euros anuales.
Todas las asociaciones del sector, con FENADISMER a la cabeza, están total y absolutamente en contra de esta implantación por diferentes motivos.
El económico el principal, por lo poco oportuno de incrementar los costes a las empresas de transporte en un momento en que está en situación de extrema debilidad y con serias dificultades para cuadrar cuentas; pero también por lo injusto de su establecimiento, ya que la recaudación de los peajes no tiene porqué ir destinada en su totalidad al mantenimiento, mejora o ampliación de infraestructuras, sino que puede ir a llenar cualquier otro agujero, como los números rojos de las empresas concesionarias de muchas de las autopistas de peaje españolas…. que son, no nos podemos olvidar, empresas de capital privado.
Y aunque desde algunos sectores nos quieren vender la bonanza de la Euroviñeta (como regulador de los flujos de transporte ya que se harán menos kilómetros en vacío, lo cual redundará en beneficio de las empresas de transporte porque las toneladas transportadas no van a descender sino que la previsión es la contraria que aumenten; menos camiones en las carreteras por lo que menos congestión y contaminación,… En fin, que quien quiera ver la parte positiva, seguro que la encuentra. De momento, desde dentro, la percepción es que es otra noticia negativa más para el transporte. Y van muchas ya. Demasiadas.