En enero de este año tendría que haber entrado en vigor el cobro de la tasa a los conductores desplazados en Francia, pero, después de controversias y denuncias, como la de FENADISMER ante la Comisión Europea, Francia ha anunciado que renuncia al cobro de la tasa de 40 euros por los trabajadores desplazados a su territorio.
Desde 2016 se aplica en Francia el control sobre los trabajadores desplazados temporalmente a su territorio gracias a la conocida como Ley Macron. En dicha Ley se fijan las obligaciones que tienen que cumplir las empresas de transporte cuando desplazan a un conductor a Francia como consecuencia de una operación de transporte internacional (incluido el cabotaje). Obligaciones como la comunicación electrónica previa del desplazamiento con información sobre la empresa, el conductor o la retribución salarial; y además, debe llevar a bordo del camión la documentación que justifique que el conductor percibe como mínimo un salario equivalente al salario mínimo francés y una copia de su contrato de trabajo.
En Mayo de 2017, el Gobierno francés también estableció una tasa de 40 euros por conductor desplazado como contribución al mantenimiento del sistema necesario para la tramitación electrónica de la información de los conductores desplazados. FENADISMER denunció ante la Comisión Europea dicha imposición por considerarla contraria a la Directiva comunitaria sobre desplazamiento de trabajadores y por vulnerar los principios fundamentales del Tratado de la Unión Europea sobre libre circulación de personas y mercancías.
Finalmente, Francia ha echado marcha atrás y ha derogado de forma definitiva el cobro de la tasa de 40 euros por considerar que era una decisión que «no estaba justificada» y ser «una medida proteccionist»a incompatible con la legislación comunitaria.