Las drogas y el alcohol están presentes en el transporte público, aunque no de forma alarmante. Ésta ha sido una de las conclusiones tras los siete días de la campaña de control Tispol Truck-Bus realizada por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que ha parado a 11.182 vehículos de transporte, entre camiones y autobuses.
Uno de cada cuatro vehículos inspeccionados por los agentes de tráfico de la Guardia Civil ha sido sancionado: 2.990 vehículos. Las sanciones más frecuentes lo han sido por excesos en los tiempos de conducción y descanso y manipulaciones del tacógrafo (550 denuncias por excesos en horas de conducción -533 a camiones, el resto a buses- y 365 por cuestiones relacionadas con el tacógrafo -320 camiones y 45 a autobuses).
Otro grupo de denuncias importante han sido las impuestas por deficiencias técnicas del vehículo, exceso de peso o mala estiba: 535 denuncias, de ellas 500 a camiones y el resto a buses.
Sobre la documentación del vehículo y del conductor se han impuesto 830 sanciones de las cuales, 687 corresponden a camiones y el resto a autobuses.
En el caso concreto de circulación bajo los efectos del alcohol y las drogas, es los siete días de control se denunció a 16 conductores de camiones y a 3 de buses por dar positivo en el test de drogas y 8 denuncias por conducir bajo los efectos del alcohol.