El Gobierno ya tiene aprobadas las novedades fiscales para 2017 y entre ellas no está ni la subida del impuesto especial sobre hidrocarburos ni la imposición de peajes a camiones como el propio Luis de Guindos, Ministro de Economía había planteado.
Finalmente, para cuadrar las cuentas el ejecutivo va a subir algunos impuestos, pero no el de hidrocarburos ni va a establecer peajes a camiones. ¿Qué va a hacer entonces? El ejecutivo espera recaudar unos 7.000 millones de euros más en 2016 gracias a las siguientes medidas:
El Impuesto de Sociedades va a empezar a dejar de ser una importante fuente de discriminación fiscal gracias a que algunas de sus exenciones y deducciones van a ir desapareciendo. Esto afecta sobre todo a las empresas que facturan más de 20 millones de euros. De esta forma se pretende que la tributación real se acerque a la exigida por el impuesto (un 25%). Estas sociedades pagan de media un 5% de sus beneficios (los autónomos un 20%). Las deducciones que se terminan son la compensación de bases negativas de ejercicios anteriores (¿puede un autónomo reducir su rendimiento con las pérdidas de años anteriores? No); ya no será posible tampoco deducir las perdidas que vengan originadas por participaciones en entidades residentes o no residentes, etc.
En los impuestos especiales, el de hidrocarburos no se toca, pero sí suben el del tabaco (un 2,5% los cigarrillos y un 6% el tabaco de liar) y los del alcohol, en lo que se refiere a las bebidas de alta graduación (un 5%). No afecta ni al vino ni a la cerveza.
Se establece un nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas (refrescos) más con carácter disuasorio por su pernicioso efecto sobre la salud, que recaudatorio, afirma el Ministro Montoro.
Y además, se quiere atajar el fraude fiscal y mejorar el control del IVA, sobretodo el de las grandes sociedades. Para ello, estas sociedades (unas 60.000) van a tener que comunicar de forma continua e inmediata por vía telemática la Agencia Tributaria todas sus operaciones con IVA. Se van a limitar a 1000 euros todas las operaciones en efectivo y se va a limitar los aplazamientos de pago de las deudas tributarias (salvo para autónomos y pymes de hasta 30.000 euros de facturación).