
FENADISMER ha solicitado al Gobierno que intervenga los precios de los combustibles mientras dure el estado de alarma dado que las compañías petrolíferas que operan en España han decidido no repercutir apenas en los precios la bajada superior al 60% del precio del crudo desde que se desató la crisis del coronavirus en China hace ya cuatro meses.
Más de un 60% ha bajado el precio del barril Brent en su cotización internacional, por lo que ha pasado de costar 65 dólares a finales de diciembre a 27 dólares esta semana.
Como la balanza de cambio entre el euro y el dólar se mantiene muy equilibrada, no hay nada que justifique, a juicio de FENADISMER que las estaciones de servicio apenas hayan rebajado el precio de la gasolina en un 12% de media y el del gasóleo en un 13%.
Si tenemos en cuenta que prácticamente toda la demanda de diésel ahora procede del transporte de mercancías, que ha sido declarado actividad esencial y es el que garantiza la cadena de suministro tanto a los hospitales y farmacias como a los supermercados, la actitud de las petroleras se entiende bastante poco.
El transporte de mercancías mantiene una actividad en torno al 70% sobre su nivel normal en esta época del año, pero esto tampoco debe llevar a error pensando que es un sector poco afectado. Los precios que se pagan por el transporte han bajado, las condiciones en las que están trabajando los transportistas sin apenas equipamiento de protección y con escasas posibilidades de conseguir cargas de retorno, por lo que han aumentado mucho los viajes en vacío, hacen que esta actividad ahora mismo sea menos rentable que nunca.
Por eso, FENADISMER considera que durante el estado de alarma, ya que las compañías petroleras no lo hacen, el gobierno debería intervenir y fijar unos precios máximos, como funcionaba el sistema hasta 1998.