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cania no permanece ajena a los vaive-
nes del mercado y la situación del sec-
tor del transporte por carreta. Al igual
que el resto de marcas, este fabricante trata de
ofrecer un producto lo más racional posible y
a pesar de que Scania siempre ha sido punte-
ra en motorizaciones potentes (en los años 50
y 60 montaba motores de ocho cilindros en
línea que rondaban los 300 caballos), no por
ello ha dejado de lado la evolución de sus pro-
pulsores para conseguir mejores prestaciones
ajustando la potencia.
Este nuevo planteamiento en la evolución,
desarrollo y producción se aplica tanto a los
motores como a todos los componentes del
camión y es común en todos los fabricantes,
de manera que la escalada de potencias como
imagen señera de las marcas está dejando
paso a una imagen más lógica: la imagen de
las prestaciones, de la rentabilidad y del pro-
ducto racional y equilibrado. Así, estamos
asistiendo a una interesante demostración de
prestaciones por debajo de los 500 caballos e
incluso en los últimos tiempos las marcas
están en condiciones de ofrecer cosas muy
interesantes en el rango de potencias de 400 a
450 caballos.
En el caso de Scania, podemos verificar que
con este vehículo hemos conseguido unos
resultados muy similares a los conseguidos
con el Scania G440 Euro 6 probado anterior-
mente (en el número 57 de FENADISMER En
Carretera). Pero si volvemos la vista atrás,
comprobaremos que hemos mejorado en todo:
promedios de velocidad y consumos más bajos
con menos potencia instalada. Por supuesto,
esto no sería posible sin la intervención de la
electrónica.
Qué duda cabe, de que el cliente de la marca
será quien decida entre la gama R o la gama G
a la hora de comprar, ya que el ámbito de apli-
cación del camión, tipo de rutas o caracterís-
ticas de la propia carga, serán factores deter-
minantes. Pero este Scania G400 ha demostra-
do ser una buena baza para transporte nacio-
nal, incluso para internacional, especialmen-
te cuando se rueda con un conductor solo,
dados los actuales costes de explotación y con
la aplicación cada vez más estricta de los tiem-
pos de conducción y descanso
Una muy digna hermana menor
Poco podemos añadir sobre la cabina que no
dijésemos ya cuando probamos el G440, ya
que en ambos casos estamos ante el mismo
tipo de cabina, Serie G variante Highline con
litera y suspensión neumática de cuatro pun-
tos. La principal diferencia entre esta cabina
y sus hermanas de la serie R está en su posi-
ción sobre el chasis, o con respecto al suelo, ya
que la cabina de la Serie G está colocada alre-
dedor de 19 centímetros más baja que la R y en
consecuencia aparece el túnel motor en el
habitáculo. Un túnel motor, que sin ser exce-
sivo, sí presenta algunas limitaciones a la cir-
culación en el interior del habitáculo.
De todas formas esta cabina está, enfocada,
en principio, al transporte nacional o regional
de larga distancia, pero es perfectamente váli-
da para transporte internacional a media dis-
tancia y para un conductor solo. En este caso,
estas limitaciones del túnel motor se minimi-
zan, pasando a un segundo plano, ya que dis-
ponemos de casi dos metros libres desde el
en
la
carretera
Hilando fino
La marca sueca se ha distinguido siempre por la excelente calidad de sus
productos, en especial de los motores. Fiel a esta tradición, ofrece esta
unidad que goza de un acertado equilibrio entre prestaciones, consumos
y pretensiones. Sin ser ostentoso en su apariencia, estamos ante una inte-
resante y equilibrada opción.
A cambio de las “pequeñas” limitaciones impus-
tas por el túnel motor, disfrutamos de una cabi-
na muy estable, sin oscilaciones laterales, con
un excelente aislamiento térmico y acústico
Texto: Luis Martinez de la Parra
Fotos: Fernando Herranz
Puesto de conducción “made in Scania”, fiel al estilo y la filosofía de la marca.
prueba
Scania G400 Euro 5