Desde su nacimiento hace dos décadas, la Sprinter ha sido un referente en
el segmento de las furgonetas de gran tamaño. A la cabeza en innovación,
lo fue hasta en su denominación: fue el primer vehículo industrial de
Mercedes-Benz que se comercializó con un nombre propio en lugar de
utilizar una combinación de letras y cifras. Repasamos algunos de los hitos
más destacados de este súper ventas, del que se han vendido tres millones
de unidades en más de 130 mercados de todo el mundo.
20
en
la
carretera
20 años de Sprinter
Mercedes-Benz
Una historia de éxito
1995
Su diseño, la amplia cabina (con asiento regulable y calefacción de cuatro
etapas), los frenos de disco y ABS, la tracción trasera y las motorizaciones
disponibles encumbraron a la Sprinter desde su lanzamiento. Junto con
el propulsor de serie de 78 CV, se ofreció un moderno turbo diésel de
inyección directa de 2,9 litros y 122 CV, todo un portento en su momento.
Al cambio inicial de cinco velocidades se uniría después una caja auto-
mática de cuatro velocidades con convertidor de par.
Cinco años después
de ser presentada, la
Sprinter renovó su
diseño (la estrella de
tres puntas invade
ligeramente el capó,
más vertical). Se
modifican los faros y se incorporan sendos escalones en los extremos del para-
choques delantero. La palanca del cambio se sustituye por una más corta ubi-
cada junto al volante. Se montan los nuevos motores CDI common rail de cua-
tro y cinco cilindros, con cuatro válvulas por cilindro, que ofrecen un abanico
de potencias comprendido entre los 82 y los 156 CV.
En el apartado de la seguridad, el airbag del conductor se incluye de fábrica y
todos los asientos cuentan con cinturones de seguridad de tres puntos. Aun-
que la gran novedad se produce entre 2002 y 2004, años en los que la gama
Sprinter suma progresivamente a su equipamiento de serie el ESP.
2000
