El Gobierno ha anunciando una inversión de 5000 millones de euros en carreteras en los próximos cuatro años. Para ello va a a recurrir a la financiación público-privada.
La intención del Gobierno es la de actualizar el estado de las carreteras con actuaciones en más de 2000 km de las actuales vías en los próximos cuatro años. Se trata de dar un impulso a las infraestructuras como herramienta imprescindible que son para el crecimiento económico del país y para la movilidad y seguridad de los ciudadanos.
La inversión va dirigida a completar los tramos de la Red Transeuropea de Transporte pendientes, resolver cuellos de botella en la res actual; mejorar y adaptar las actuales autovías a las exigencias en materia de seguridad vial, ruido y emisiones de CO2 y, además, asegurar la perfecta conservación de todos los proyectos que se realicen.
Para la realización de este plan de inversión en carreteras se va a poner en marcha una iniciativa público-privada de forma que las empresas constructoras que realicen estos trabajos se encarguen de su perfecto mantenimiento y conservación durante un periodo de 30 años, asegurando los mismos niveles de calidad y seguridad que en su puesta en funcionamiento. Para ello, se ha establecido un sistema de Pago por Disponibilidad, de tal forma que las constructoras a lo largo de estos 30 años recibirán un canon del estado que se fijará atendiendo a la calidad en la que se encuentre la vía y no al tráfico que reciba.