Malo, malo, malo se está poniendo el panorama. A la crisis económica, de la que los ciudadanos no estamos saliendo, aunque ya vemos que los políticos sí…, se suma la tremenda crisis moral, social, política y sobretodo de confianza del ciudadano en los políticos que nos gobiernan y nos administran.
Porque claro, un político es mucho más que un ciudadano que se dedica a la política, que como su nombre indica, no es otra cosa la política que el servicio al ciudadano. De un buen político, usado el término “político” en general, depende el bienestar del ciudadano. Y la pena de todo esto es que dudas no teníamos ninguna sobre cuán poco le importa a la clase política actual el bienestar de los ciudadanos. Ahora lo que no tenemos ya es capacidad de asombrarnos sobre los escándalos que, como cuentas del rosario, van saliendo en los periódicos día tras día. ¡Qué triste!
Y no nos engañemos, que además nos enteramos solo de lo que ellos, los políticos y los editores de los grandes medios de comunicación, quieren que nos enteremos atendiendo siempre a sus propios intereses, que pueden ser económicos o no, aunque básicamente sí, lo serán. Aquí lo único que mueve parece ser que es el dinero y si es ganado ilegalmente mejor, debe dar un regustillo…
Y es que la corrupción de los políticos siempre enfada, porque te están robando tu propio dinero, pero enfada mucho más, hasta términos insoportables, el ver cómo la misma clase política que te estafa y te roba y utiliza el poder que se le ha dado solo en su propio beneficio, y en el de amiguetes y familiares de lo más variopinto (a los cuñad@s va a haber que pasarlos a la primera línea de familiaridad y afinidad), nos aprieta las clavijas de la recaudación hasta dejarnos exhaustos.
¿Qué pasa con el céntimo sanitario? Ilegal desde el primer día que empezó a recaudarse, el Gobierno español obligado por sentencia a devolverlo en su integridad… y aplica su propio criterio de recortes para devolver una mínima parte de lo recaudado ilegalmente. Mientras, husmea en nuestras vidas, casas y empresas para ver hasta dónde puede recaudar un céntimo más… ¡Que emplee todos esos recursos en acabar con los corruptos y en buscar ingresos fiscales en las fortunas y sociedades que “legalmente” se escaquean de pagar impuestos!
Y lo que además vemos, porque tenemos ojos para verlo, es que los políticos que no han sido todavía nominados por ningún escándalo, se tapan los ojos, la boca y los oídos. Debe ser que siguen esa máxima de que si no hablas de ello no está sucediendo.
Pues no, queremos que se impliquen, que depuren responsabilidades, que los corruptos devuelvan el dinero y además paguen con cárcel. Que se establezcan las medidas legales necesarias para que la corrupción, por pequeña que sea, no quede nunca impune. Estamos hartos de ver cómo los políticos aceptan la corrupción de sus compañeros de filas, de partido, de escaño… sin hacer nada. Porque pedir perdón no es hacer nada.
Una no puede evitar pensar cómo estaríamos si estuviéramos bien gestionados por nuestros políticos. Porque si lo que pagamos da para mantener el Estado más o menos a flote y además para lucrarse hasta el infinito y más allá a mucho gañán venido a más… si se gestionara bien, cómo estarían nuestras escuelas públicas, hospitales, servicios sociales… Y si ya puestos pagáramos todos… Pero no, no hay que vivir en el “¿cómo sería si…?” Hay que vivir el presente y por eso pedimos responsabilidades a todos y a cada uno de nuestros políticos como nos piden ellos a nosotros todos los meses con nuestros impuestos.
Porque lo peor de este país no es que haya corrupción, es que el corrupto queda absolutamente impune. Y esto es intolerable.
