La Ministra de Fomento, Ana Pastor, se ha manifestado contundentemente en contra de la posible implantación de peajes en las autopistas, a pesar de que son varias las voces que los reclaman insistentemente como una posibilidad económica para que algunas concesionarias de autopistas no terminen en la bancarrota. Aunque son ya unas cuantas las que han presentado concurso de acreedores.
Durante la presentación de los presupuestos para 2012 del Ministerio de Fomento, se supo que una de las partidas del mismo, 200 millones de euros, estaban destinados a impedir quiebras en las empresas que gestionan algunas de las autopistas de peaje, ya que, al menos de momento, Ana Pastor es totalmente contraria a la imposición de peajes que permitiera a estas empresas poder pagar sus deudas con los bancos y contar con algo de presupuesto para poder mantener las vías de las que se encargan. Pero no va a ser así, al menos de momento y en lo que a las carreteras titularidad de Fomento se refiere.
El déficit de algunas autopistas tiene un doble origen, el primero de ellos el cálculo en las estimaciones que sobre tráfico se hicieron cuando se elaboraron los planes de negocio (se estima que hay una estimación al alza de previsiones de tráfico de alrededor del 30%) y por otra parte, las expropiaciones necesarias para llevar a cabo la ejecución de estas obras han ocasionado más demoras e indemnizaciones de las previstas inicialmente.
Entre las autopistas que presentan importantes problemas de viabilidad económica en la actualidad se encuentran la R-3 y R-5, que han solicitado el preconcurso de acreedores, la autopista Cartagena-Vera, la AP-41, Madrid-Ocaña, la AP-46, la AP-7, la circunvalación de Alicante, la R-4 está en concurso de acreedores, la R-2, la M-12,…
