El SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil ha llevado a cabo una investigación, coordinada por la Fiscalía de Medioambiente, contra una empresa de transporte de Madrid por el uso de emuladores de AdBlue en 30 de sus camiones, lo que ha provocado emisiones cercanas a las 90 toneladas de NOx de estos vehículos durante el período investigado.
Cuatro responsables de la empresa (de la que no se ha facilitado ninguna información) están siendo investigados por un delito penal contra el medioambiente, ya que las emisiones de estos camiones (de los que desconocemos su antigüedad y su clasificación medioambiental) multiplicaban ampliamente las legalmente permitidas por la normativa comunitaria. Esta investigación se enmarca dentro de la detección de grandes emisores de NOx, como responsables de la contaminación atmosférica que causa gran daño a la salud de las personas, afecta a más del 90% de la población mundial y es responsable de la muerte prematura de más de siete millones de personas al año.
Dos años ha tardado el SEPRONA en concluir esta investigación, considerada compleja y pionera, llevada a cabo junto con EUROPOL, quien se ha encargado de coordinar las actuaciones policiales en Francia y en Reino Unido, ya que esta empresa realiza transporte internacional y, en estos dos países, sus camiones habían sido ya sancionados por el uso de emuladores para anular el sistema de reducción de las emisiones de gases (SCR en este caso), es decir, para no precisar de la inyección de AdBlue para reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono), NOX (óxidos de nitrógeno) y PM (partículas).
Para detectar si un vehículo puede estar emitiendo más de lo que sería normal con todos los dispositivos que debe llevar instalados en perfecto funcionamiento, la Guardia Civil recurre a la instalación de controles en peajes, por ejemplo, donde el camión se detiene, o tiene que ralentizar el paso, y a su paso a la altura del dispositivo de medición (en este caso se ha contado con la empresa de medición OPUS RSE), éste mide las emisiones, tiene en cuenta el tipo de vehículo y si la medida es alarmante, la Guardia Civil da el alto al camión para proceder a la comprobación de la posible instalación de un emulador de AdBlue. El emulador, lo que hace es «emular» el trabajo que debería estar haciendo el AdBlue, es decir, el motor recibe la información de que el AdBlue se está inyectando en el sistema de emisiones SCR y todo funciona con normalidad…
Y esto es lo que se ve perfectamente en el video que nos ha facilitado la Guardia Civil
En España, el propio fabricante de AdBlue, suministrador de esta empresa de transporte, había interpuesto una denuncia contra la empresa por sospechar que no estaba utilizando este aditivo en sus camiones, que están obligados a utilizarlo.
Los investigadores del SEPRONA han concluido la investigación policial y han propuesto la comisión de un delito contra el medio ambiente. Se trata de un delito penal por lo que ahora pasa a un juzgado y, concluida la fase de instrucción, si determina que hay indicios de criminalidad, pasaría a un Juzgado de lo Penal, donde se abriría un juicio oral. De momento, hay cuatro personas investigadas por la comisión de este delito contra el medioambiente.
La empresa de transporte de Madrid, objeto de esta investigación, tenía instalados emuladores en 30 camiones, por lo que la estimación del SEPRONA es que ha podido emitir hasta 90 toneladas de Óxidos de Nitrógeno, sin embargo, el posible beneficio económico obtenido por la empresa no ha pasado de 700 euros por vehículo y año, lo que hubiera costado el AdBlue que hubiera tenido que utilizar en ese período. Se calcula que las emisiones por vehículo y año de cada camión han podido alcanzar entre 0,59 y 1,07 toneladas de NOx; de ahí, se llega al intervalo entre 49,56 y 89.88 Toneladas de NOx que ha podido emitir en el periodo investigado.
En el video, podemos ver cómo los agentes de la Guardia Civil proceden a detectar el emulador de AdBlue en un vehículo de transporte.