La Diputación Foral de Guipúzcoa ha aprobado establecer un peaje en la autovía A636 que entraría en funcionamiento a finales de 2021. Esta vez el peaje sería para camiones, autobuses y coches.
Con dos sentencias en contra del peaje para camiones la N1 y A15 en Guipúzcoa del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, la Diputación Foral anuncia un nuevo peaje en la A636 (Autovía de Bergara) pero esta vez para camiones, autobuses y coches particulares. Quedan fuera solo las motos.
Está claro que la Diputación Foral, o está convencida de que el Tribunal Supremo le va a dar la razón, en el recurso que tiene planteado contra la primera sentencia en contra del TSJ del País Vasco, o también pretende reconvertir el peaje en la N1 y A15 para todo tipo de vehículos para sortear la ilegalidad que pesa sobre él, entre otras cosas por su carácter discriminatorio al aplicarse exclusivamente a camiones.
La Diputación de Guipúzcoa pretende establecer tres pórticos, en otros tantos tramos para el control de los vehículos que pasen por la Autovía A636. Pendiente de que lo apruebe ahora las Juntas Generales Provinciales, piensa que podría tenerlo en vigor para finales de 2021.
Los tres tramos que ha planteado la Diputación Foral de Guipúzcoa para este nuevo proyecto de recaudación son:
1.-Pórtico en Beasaín para el tramo Beasaín-Ormaiztegi con 2,8 kilómetros y un coste de hasta 0,78 euros para los camiones.
2.-Pórtico en Ezkio, para el tramo entre Ormaiztegi-Zumarraga de 5,4 kilómetros con un coste para los camiones de hasta 1,50 euros.
3.-Pórtico en DesCarga para el tramo entre Legazpi-Uretxu-Bergara y Legazpi-Uretxu-Antzuola de 2,5 kilómetros y un coste de hasta 0,98 euros.
FENADISMER considera que este nuevo proyecto de la Diputación de Guipúzcoa no obedece más que a su «voracidad insaciable» como la única que puede justificar mantener el peaje a camiones en la N1 y A15 con dos sentencias en contra.
Y recuerda que la provincia de Guipúzcoa dispensa más de 800 millones de litros de gasóleo solo camiones, un 400% superior a lo que dispensa cualquier otra provincia con una flota similar, pero que no tiene la llave para el acceso a Europa, lo que deja más de 400 millones de euros de recaudación en las arcas forales en concepto de Impuesto Especial de Hidrocarburos procedente del transporte y solo revierte una décima parte para el mantenimiento de las carreteras de su competencia.