Holanda ha decidido exigir un salario mínimo a los trabajadores desplazados de empresas extranjeras a su país a partir del próximo 1 de marzo, lo que afecta a los conductores profesionales de empresas no residentes en Holanda cuando realicen transportes con origen o destino o bien de cabotaje en Holanda.
Holanda (Países Bajos) ha decidido sumarse a Alemania, Italia, Francia, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Noruega, Islandia… y exigir que los trabajadores de empresas extranjeras desplazados a su territorio deben cobrar al menos el salario mínimo interprofesional holandés, que asciende a 1.653,60 euros/mes.
Así, los conductores de empresas extranjeras, españolas también, deben acreditar que cobran al menos ese salario para poder realizar operaciones de transporte con origen, destino o de cabotaje en Holanda. Si no es así, no pueden realizar dichas operaciones.
Se trata de poner límites o barreras a la competencia desleal ejercida por las empresas que fijan su sede en países del Este de Europa, con un coste social y laboral infinitamente más económico que los países occidentales, sobre todo en lo que a salario se refiere, y que están empezando a dominar los mercados de transporte internacional europeos.
De esta forma Holanda transpone a su ordenamiento jurídico nacional, como antes han hecho los países arriba mencionados, la Directiva europea sobre trabajadores desplazados (que recoge y formula la figura del salario mínimo) con el fin de garantizar una competencia justa y evitar el dumping social.
España también tiene una normativa sobre trabajadores desplazados que no exige salario mínimo hasta cumplidos ocho días de estancia por parte del trabajador no residente en España, por lo que en la práctica esta regulación no tiene ningún efecto, como ha denunciado en sucesivas ocasiones FENADISMER.
El Paquete de Movilidad (del que os hemos venido hablando a lo largo de estos dos últimos años y que tenéis perfectamente explicado en este podcast que puedes escuchar en cualquier lugar) pondrá fin a esta situación, al menos en eso confía FENADISMER, ya que establece una misma regulación para todas las empresas que realizan transporte internacional y que implica, entre otras cosas, la vuelta de los trabajadores y vehículos cada cierto tiempo a sus países de establecimiento.
