
Según los datos facilitados por el Banco de España y el Banco Central Europeo las diferencias entre los autónomos y pymes y las grandes empresas se agrandan también a la hora de financiarse.
No solo por la facilidad o posibilidades de acceder a la misma, sino por el coste financiero.
Hasta un 116% más caro le sale a una pyme o autónomo financiarse que a una gran empresa. Para medir estos datos se tienen en cuenta los préstamos solicitados por las pymes, autónomos y grandes empresas del sector no financiero diferenciando en cantidad hasta un millón de euros, para los más modestos y por encima para los más grandes. Si en 2007 los grandes se financiaban con un coste financiero del 5,5% y los pequeños con un coste del 6,32% (un 15% de diferencia), en 2013 llegamos a un coste de 2,5% para los grandes, préstamos por encima del millón de euros y de un 5,39% para los pequeños, préstamos por debajo del millón de euros.
En este contexto es difícil imaginar cómo vamos a salir de la crisis si todos los parámetros necesarios para la creación de empleo son negativos, no hay crédito, sobre todo para autónomos y pymes, el tipo de interés del escaso crédito que se concede a este tipo de empresas es carísimo con diferencias enormes con las grandes empresas y además el consumo sigue en tasas negativas. Desde luego, no se dan las condiciones para una reactivación de la economía, ni mucho menos para crear empleo.
Por Marisa del Monte