Tenemos los datos del Observatorio de la morosidad en el transporte que mensualmente realiza la Fundación El Quijote y, aunque ha bajado en cuatro días respecto a abril, situándose en 85 días de media en junio, sigue estando muy por encima de los 60 días que marca la ley de plazos de pago.
La morosidad o plazo medio de pago en junio entre las empresas de transporte se ha situado en 85 días de media que, frente a los 89 días de abril, es un buen dato. Pero si lo consideramos en su conjunto sigue siendo un plazo demasiado elevado que obliga a las empresas de transporte a endeudarse innecesariamente para poder hacer frente a sus pagos (impuestos por ejemplo) mientras están financiando «ilegalmente» a sus clientes.
Otro tema también preocupante es el medio de pago, el preferido sigue siendo el confirming (un 41%) un método costoso de pago para el transportista y que beneficia al cliente; el pagaré es el siguiente con un 29%, también le cuesta dinero al transportista cobrar la deuda. El cheque cuenta con 0,75% y finalmente la transferencia con un 29%.
No solo están lejos los transportistas de poder cobrar en plazo, sino que además de endeudarse para atender sus propias necesidades de pago, cobrar les cuesta dinero. Esperemos que la reforma aprobada de la ley de plazos de pago ponga pronto fin a este sinsentido.