Las compañías de seguros no cobran la misma póliza a los eléctricos o coches de alta gama a la vez que el tratamiento de estos coches en caso de siniestro implica mayores costes e inconvenientes para los gruistas, por lo que estos reclaman tarifas especiales o suplementos cuando tienen que retirar o auxiliar a este tipo de vehículos.
Una vieja reclamación del sector de empresas de auxilio en carretera, como recuerda la Alianza Nacional, es que las compañías de seguros, los clubes automovilísticos y las agencias de viajes paguen un suplemento o una tarifa especial en el caso de que haya que auxiliar en carretera a un vehículo de alta gama. El mayor coste de la póliza entienden que lo justifica.
Para los gruistas tratar con estos vehículos requiere de mayores problemas e inconvenientes ya que los usuarios suelen ser más proclives a denunciar por posibles daños en los vehículos e incluso hay fabricantes que no permiten que los vehículos sean manipulados por terceros no autorizados.
A este problema ya antiguo, se ha sumado el tratamiento de los vehículos eléctricos que tienen que ser auxiliados en carretera: los operarios requieren de una formación específica, hay que llevar a bordo un determinado equipamiento para evitar descargas, problemas y posibles daños en las baterías, los circuitos y otros componentes de elevada sensibilidad.
Además, las empresas de auxilio en carretera se enfrentan a nuevas responsabilidades y sanciones por el tratamiento medioambiental de los residuos procedentes de estos vehículos, retirados en caso de siniestros; se ven obligados a restituir a su estado anterior al siniestro las vías en caso de que haya habido vertido de líquidos, etc.
La Alianza Nacional de Auxilio en carretera considera que igual que las compañías elevan sus seguros con esta tipología de vehículos, debería plantearse una nueva fórmula de cálculo, o un suplemento que tuviera en cuenta el mayor coste de estas operaciones.
