Mercedes-Benz Vans celebra el 125 aniversario del primer vehículo de reparto. En 1896 se inició la motorización de la distribución urbana con el lanzamiento de la primera “furgoneta” con motor de combustión, que fue fabricado por Benz & Cie en la ciudad alemana de Mannheim.
La larga y exitosa historia de los vehículos de reparto de Mercedes-Benz Vans comenzó hace ahora 125 años, cuando Rheinische Gasmotorenfabrik Benz & Cie, que hasta entonces se había centrado en la fabricación de turismos descapotables, amplió su catálogo de productos con su primer vehículo de reparto con motor de combustión.
El «vehículo de reparto Benz» apareció mencionó por primera vez en un catálogo de Benz & Cie en mayo de 1896. Un concepto nuevo que se describía de la siguiente manera: «vehículo de motor patentado de diseño específico para el reparto de mercancías, con un motor de cinco caballos de potencia».
El vehículo suscitó rápidamente un interés considerable, y no solo entre los empresarios alemanes, ya que la primera unidad de la que se conserva la documentación de venta se entregó en diciembre de 1896 a los grandes almacenes «Du Bon Marché» de París. Incluso la página del catálogo de la furgoneta de reparto, como se puede ver en la imagen adjunta, está ilustrada con una representación de este vehículo junto con la publicidad de los grandes almacenes de París.
El hecho de que el primer cliente de la furgoneta procediera de Francia encaja con la forma en que se estaba desarrollando el mercado de la automoción en ese momento: porque, aunque los nuevos medios de movilidad fueron inventados en Alemania en 1886, tanto por Carl Benz como por Gottlieb Daimler, fue en Francia y Gran Bretaña donde esta revolucionaria innovación fue inicialmente mejor recibida.
Técnicas innovadoras
La primera furgoneta de reparto de la historia estaba propulsada por un motor monocilíndrico de 2,9 litros, montado horizontalmente, que ofrecía una potencia 5 CV. Empleaba un total de tres relaciones de transmisión: primero poleas escalonadas, luego un engranaje planetario y finalmente el contra eje. Desde aquí, dos cadenas impulsaban los piñones de las ruedas traseras. El embrague se accionaba al enganchar y desenganchar las correas. Con esta combinación de motor y sistema de transmisión, la furgoneta de reparto alcanzaba los 15 km/hora con carga máxima y superaba pendientes de hasta el 10%.
El vehículo de Benz tenía una carga útil de 300 kilogramos y estaba basado en un chasis que Benz también utilizó para los modelos “Victoria” y “Vis-à-Vis”. Los diseñadores hicieron un uso óptimo de la longitud total del vehículo colocando el motor debajo del área de carga. De este modo, la furgoneta de reparto también fue el primer vehículo comercial en presentar una estructura aplicando el concepto sándwich. El conductor se sentaba directamente sobre el eje delantero, que estaba equipado con ruedas de radios de madera con neumáticos de goma maciza y más pequeños que los del eje trasero.
El conductor y el área de carga estaban casi al mismo nivel, con el objetivo indirecto de poder incluir rótulos de la empresa propietaria en los paneles laterales. Benz & Cie enfatizaba el potencial impacto publicitario de la furgoneta en su folleto: “Gran publicidad para cualquier importante negocio”, reomendación que siguió su primer cliente reconocido: “Grands Magasins Du Bon Marché. Livraison des Marchandises”, «Grandes almacenes Du Bon Marché. Entrega de mercancías”.