Buenas intenciones en relación con los vehículos eléctricos que no se concretan en unidades matriculadas es lo que ha puesto una vez más de manifiesto el Foro de Movilidad que organiza Nissan.
No es el caso de Nissan que demuestra estar plenamente involucrado en la movilidad eléctrica, no solo en turismos (como el Leaf del que se presentó durante el Foro la última versión) sino también en vehículos comerciales, como la e-NV200, para la que acaba de presentar una nueva batería que duplica su autonomía.
Nissan valora cinco pilares para el desarrollo de la movilidad: los incentivos a la compra, los incentivos de uso, una infraestructura de carga desarrollada, la colaboración público-privada y la divulgación y comunicación de los beneficios de la movilidad eléctrica.
La situación actual de estancamiento de estos cinco pilares del desarrollo de la movilidad sostenible en estos últimos doce meses es lo que lleva a Marco Toro, consejero director general Nissan Iberia, a afirmar que estamos en la misma situación ahora que cuando se clausuró el II Foro Nissan de Movilidad hace un año.
En relación con los incentivos a la compra, en España se cuenta con el Plan Movea, con escasa dotación (17 millones en 2017) que se agota en poco más o menos una semana. Está presupuestado un nuevo Plan Movea con 50 millones, pero, de momento ahí sigue parado. En comparación con países de nuestro entorno (Alemania, Inglaterra o Noruega) donde los vehículos eléctricos van cogiendo fuelle, nos encontramos en un páramo en el que son pocos los que se atreven a lanzarse a un vehículo eléctrico, más caro que un diésel, al no contar con ningún apoyo financiero. Un plan de ayudas estable en el tiempo o, aún mejor, una exención total o parcial de IVA, contribuiría a incrementar la movilidad eléctrica.
A Nissan, las encuestas que realizan le dan como resultado un 18% de potenciales compradores de vehículos eléctricos. Pero para pasar de intención de compra a compra, hacen falta incentivos. Ahora mismo, el parque de eléctricos (turismos y furgonetas) es de un 0,3% sobre el total del parque de vehículos. Y ha crecido un 68% en el último año, siendo Nissan el fabricante con mayor cuota de mercado (24%).
En cuanto a los incentivos al uso, poca armonía. Va por Comunidades Autónomas e incluso por Ayuntamientos: aparcamientos gratuitos, peajes gratuitos, reducciones en el Impuesto de Circulación, circulación por los carriles VAO, cargas gratuitas…. Se necesita armonizar una política de incentivos común en todo el territorio nacional.
El tercer pilar del desarrollo de la movilidad sostenible se refiere a las infraestructuras de carga y marco regulador. Aquí es donde más crítico se muestra Nissan con la administración: no solo hay pocos puntos de carga, no se han desarrollado corredores de carga imprescindibles para el desarrollo de la movilidad eléctrica, sino que se ponen trabas al no permitir la legislación que, por ejemplo, el sector terciario pueda ejercer de punto de carga (supermercados y grandes superficies estarían dispuestos a servir de punto de carga a sus clientes). Tampoco se ha desarrollado legalmente el sistema de carga bidireccional: devolver carga a la red cuando las baterías no se están usando.
Si sumamos el potencial de compradores de vehículos eléctricos (18%), con un desarrollo de los incentivos a la compra y al uso, y a una nueva legislación de la infraestructura, permitiendo la entrada al sector terciario como gestores de carga y creando auténticos corredores de carga, Marco Toro estima un crecimiento continuado y exponencial de las ventas de eléctricos que llevarían a un 8% de cuota de mercado en 2020 (con 120.000 unidades) y de un 25% en 2030.
En cuanto a los dos últimos puntos del decálogo de la movilidad sostenible de Nissan, la colaboración público-privada y la divulgación y comunicación se van desarrollando lentamente.