Tras dos años de negociaciones, podemos afirmar que no hay acuerdo entre los transportistas y los cargadores. Y la razón de este desenlace tiene nombre y apellidos: las 44 toneladas.
Dos años son los que organizaciones de transportistas y de cargadores han estado tratando de alcanzar acuerdo sobre diferentes materias de interés para la mejora del sector, como la contratación del transporte, fiscalidad, reglamentación social u operaciones de transporte, que en muchos casos deberían traducirse en un posterior desarrollo normativo.
Pero, siempre ha habido un tema encima de la mesa por parte de los cargadores, el aumento de capacidad de los camiones a las 44 toneladas, como una condición sin la cual no se podía avanzar en el resto de los temas.
Es sabido el rechazo que las organizaciones de transportistas, especialmente FENADISMER, sientes hacia este aumento de capacidad de carga de los camiones por una razón muy sencilla, la desconfianza en los cargadores. Para poder tratar este tema, FENADISMER entiende que lo primero es desarrollar normativamente cómo se va a cobrar este aumento de capacidad de carga de los camiones, cómo se van a beneficiar los transportistas por pasar de las 40 toneladas actuales a las 44 que pretenden los cargadores. Y que venden como un aumento de la productividad para el sector en su conjunto y en consecuencia un aumento de la rentabilidad de las empresas y un beneficio. Pero que este aumento de la productividad, rentabilidad y beneficio llegue a los transportistas no está demasiado claro.
Y es que para los transportistas llueve sobre mojado, son demasiados los acuerdos que se han firmado con los cargadores, que iban a suponer un beneficio para todos, y han quedado en papel mojado. No se ha avanzado nada de nada: carga y descarga, plazos de pago, repercusión del aumento de costes en los contratos, etc.
Por eso, aunque los cargadores estimen un beneficio para el conjunto del sector de 1200 millones de euros, si se aprobaran las medidas que se han tratado en estos dos años (incluidas las 44 toneladas), los transportistas desconfían y mucho de cómo han hecho las cuentas los cargadores y es que son muchas las normas que se han ido aprobando en los últimos años, que beneficiarían al transporte, y que no se han cumplido en absoluto.
Los transportistas sí tienen claras dos cosas: sin contraprestación clara, definida y reglamentada no hay 44 toneladas y además no es el momento adecuado en ningún caso para incrementar la capacidad de carga de los camiones. Y para ello, los transportistas van a establecer una comisión que estudie si se ha producido esa mejora del sector, como dicen los cargadores, que justifique esta pretensión y, además, que verifique el grado de cumplimiento de los actuales aspectos normativos y regulatorios del sector por parte de los cargadores.
