Cuando aún tenemos reciente la subida al 21% del IVA general, la subida al 21% de las retenciones que los autónomos se hacen en sus facturas por IRPF.
Los técnicos de Hacienda anuncian que la recaudación caerá por encima de los 1300 millones de euros por los más de 500.000 nuevos trabajadores desempleados solo en los tres primeros trimestres. Si, como algunos auguran, llegamos a los 750.000 desempleados nuevos en 2012, la caída en la recaudación por el IRPF alcanzará más de 2000 millones de euros.
A la vez, como es lógico, los nuevos desempleados retienen el gasto y si no se gasta no hay subidas de IVA que valgan. Ahora, los mismos técnicos de Hacienda han advertido que estas cifras de nuevos desempleados van a reducir las previsiones del Gobierno de recaudación de IVA, y si se pensaban recaudar 9500 millones por IVA (incluida la subida de septiembre) habrá que dar gracias si finalmente se llega a una recaudación de 7000 millones de euros.
Pero, mientras tanto, la famosa amnistía fiscal, para aquellos que tienen guardadas fortunas en paraísos fiscales, dinero negro, etc. no está dando ningún resultado. Y eso que por un 10% de lo aflorado, podían convertir de la noche a la mañana su dinero “inexistente” en dinero perfectamente legal.
Y si algunos vemos tan claro que a menos trabajadores en activo menos recaudación en todos los impuestos, ¿por qué aquellos que tienen que legislar, llamémoslos políticos, no lo tienen igual de claro? ¿Por qué no se trabaja por el crecimiento económico en vez de por atajar el déficit? ¿Podrán resistir los trabajadores que permanezcan en activo más subidas de impuestos?