La Inspección de Trabajo ha obligado a AMAZON a dar de alta a 4.066 repartidores que, hasta ahora venían desempeñando su labor como falsos autónomos, a juicio de la Inspección.
A finales de 2019, UGT denunció ante la Inspección de Trabajo la situación de miles de repartidores de Amazon, a través de su plataforma Amazon Flex, que, en las principales ciudades españoles, efectúan el reparto con sus vehículos particulares.
Mientras que para Amazon se trata de una relación mercantil, como si fueran autónomos, para la Inspección de Trabajo se trata de falsos autónomos y como tal ha condenado a esta compañía a dar de alta en la seguridad social a los 4.066 repartidores con los que cuenta en Madrid y Barcelona que trabajan bajo la plataforma Amazon Flex,, que pasarán a ser trabajadores, además de a pagar 6,2 millones de euros en concepto de cuotas no pagadas en los últimos cuatro años por todos estos trabajadores.
De momento así están las cosas, aunque Amazon ha manifestado que no está de acuerdo con la decisión de la Inspección de Trabajo y que apelará a los Tribunales.