Las asociaciones de transporte han exigido al Ministro de Fomento que actúe para que cesen los bloqueos a camiones en Francia como consecuencia de las protestas de los «chalecos amarillos», pero no parece que se vaya a encontrar una solución fácil.
Desde hace varias semanas, los camiones españoles vienen padeciendo importantes bloqueos, paralizaciones y retrasos en las fronteras y en las carreteras francesas como consecuencia de la actuación de los denominados «chalecos amarillos». Esta protesta, que surgió de forma más o menos espontánea y cuyo principal objetivo era paralizar la subida de los impuestos del gasóleo prevista en Francia, ha tenido el mismo efecto que tienen todas las protestas y huelgas en el país vecino: miles de camiones y conductores españoles afectados con retrasos enormes en las fronteras y teniendo que parar por no poder continuar la marcha. No solo son daños en la economía, por los cientos de camiones que entregan tarde la mercancía, camiones parados que no pueden hacer otros servicios, si no, y lo más importante, el perjuicio en el conductor, que se ve sometido a una situación de fuerza que le retiene horas o días sin poder volver a casa.
Por eso, hace ya un tiempo se elaboró un Reglamento en la Unión Europea (conocido como «reglamento fresas», con indudable referencia a los miles de toneladas de fresas que quedaron en la frontera con Francia en interminables conflictos con los agricultores franceses) que prevé un mecanismo para defender la libre circulación de mercancías, como establece el Tratado mismo de la Unión Europea.
Y, aunque el Ministro de Fomento, José Luis Ábalos, afirma que el Gobierno de España ha solicitado a la Comisión Europea que se ponga en marcha este mecanismo, es evidente que nuestros camiones no han notado ninguna mejoría en sus posibilidades de circulación en la frontera con Francia. Ya el pasado 21 de noviembre, el Gobierno español remitió una carta al Gobierno francés instándole a adoptar las medidas necesarias para garantizar la libre circulación de nuestros camiones y las mercancías. El resultado lo conocemos todos.
La situación puede no solo continuar, si no empeorar, si es cierto lo que publican algunos medios sobre una posible huelga general en Francia convocada por los sindicatos para solicitar mejoras salariales y laborales.