Reino Unido ha decidido flexibilizar los tiempos de conducción y descanso de los conductores hasta el 31 de marzo en un reconocimiento oficioso de las ralentizaciones que se están produciendo en la entrada y salida de camiones de su territorio, cuando van cargados.
Esta situación ha provocado un cruce de datos y acusaciones entre la principal asociación de transporte británica, RHA, y el propio Gobierno. Así, mientras que la asociación británica RHA afirma que los puertos británicos han movido un 68% menos de mercancías británica en el último mes hacia la Unión Europea que en el mismo periodo del año anterior, el Gobierno británico lo desmiente y afirma que el nivel de mercancía movida en los puertos está muy próximo al volumen preBrexit, que no preCovid. Por encima del 90%.
También afirma la asociación RHA que, en torno a un 65/75% de camiones procedentes de la Unión Europea salen vacíos de Reino Unido, mayoritariamente por elección propia según los datos con los que cuenta RHA, por los retrasos y por la reducción de exportaciones al continente que encarece mucho los transportes y lleva a las empresas comunitarias a buscar otros destinos más cómodos y rentables.
Sin embargo, el Gobierno británico no comparte dicha afirmación y dice que ya antes del Brexit era habitual que en torno al 50% de los camiones salieran vacíos de Reino Unido y en esta línea se mantiene, como confirman las aduanas francesas.
Lo que sí es cierto es que esperar horas para salir del Reino Unido encarece mucho el transporte y trastoca los tiempos de conducción y descanso de los conductores, y es por esto por lo que Reino Unido ha decidido flexibilizar los tiempos de conducción y descanso hasta el 31 de marzo de forma que puedan hacerse los descansos semanales reducidos de forma que se puedan conducir seis periodos en cada semana; además se prolonga la conducción bisemanal hasta las 96 horas (de las 90 reglamentarias).
Esta flexibilización de los tiempos de conducir y de descanso nos lleva a pensar en que algo de cierto debe haber en la preocupación de la asociación británica, que reclama además que se multiplique por cinco los recursos empleados en el control de las aduanas.
