El pasado 13 de octubre, el Consejo de Europa daba unas recomendaciones para que los estados miembros no actuaran unilateralmente imponiendo documentación o medidas al transporte por carretera para no incidir negativamente en una actividad esencial como ésta. No ha servido de nada.
Francia, Italia y Bélgica imponen unos certificados de desplazamiento a los conductores para poder entrar a sus países para realizar transporte de mercancías; alemania se ha sumado recientemente en el perímetro de la región de Baviera con la exigencia de pruebas COVID19 a los conductores; grecia exige una Declaración de desplazamiento para la actividad de transporte y Portugal, desde ayer, también pide un Certificado de desplazamiento.
Es decir, estamos exactamente en el principio del mismo descontrol que se vivió en la «primera ola» de la pandemia, con medidas unilaterales exigidas por cada país (o región) que solo hacen dificultar y ralentizar la actividad de transporte. Y la Unión Europea muestra los mismos signos de pasividad que en los primeros meses de la pandemia.
Así las cosas, FENADISMER solicita a la Unión Europea que imponga coordinación y la misma medida en todos los Estados Miembros de forma que la burocracia excesiva no suponga un colapso de una actividad tan fundamental como es el transporte de mercancías por carretera.