El teletrabajo nunca ha sido una opción para las empresas españolas, salvo excepciones, hasta que ha llegado la pandemia provocada por la Covid19. Ahora, al menos un 30% de los trabajadores prestan sus servicios desde sus «domicilios». Y al amparo del teletrabajo, ya hay empresas que quieren sacar tajada con una competencia brutal a la que hay que poner freno en la regulación que sobre el teletrabajo está preparando el Gobierno.
En España no hay una regulación específica sobre el teletrabajo, más allá de lo que dice el Estatuto de los Trabajadores. Por eso, ante el aumento justificado de trabajadores en esta situación, se calcula que por encima del 30% de los trabajadores, el Gobierno y los agentes sociales están preparando un proyecto de Ley en donde deben quedar reguladas todas las características, regulaciones, etc. del teletrabajo.
Y en ese Decreto-Ley FENADISMER pide que se introduzca la necesaria reglamentación que impida que empresas con pocos escrúpulos, como está sucediendo ya, saquen tajada. Que se tipifique y se sancione económicamente de forma ejemplar.
FENADISMER denuncia en concreto la existencia de empresas de recursos humanos, radicadas en el continente americano, que ofrecen cubrir determinados puestos de teletrabajo con trabajadores establecidos en estos países, con las condiciones laborales y sociales que tienen en cada país, que pueden suponer un diferencial de sueldo con su equivalente trabajador contratado en España a superior a un 60%. Además, prestan sus servicios en jornada laboral española, que en sus países coincide con horario nocturno, al menos parte de la misma.
Hablamos de personal administrativo, técnicos profesionales, programadores informáticos, que precisan la mayoría de las empresas, también las de transporte.
Así mismo, FENADISMER confía que Trabajo configure un Plan de actuación preferente para la erradicación de estas prácticas de competencia brutal y que suponen un claro riesgo de destrucción de empleo en nuestro país.