Ahora que se está tratando los cambios en la cotización de los autónomos, como consecuencia de la subida del salario mínimo interprofesional y de la introducción de la cotización por ingresos reales, FENADISMER aprovecha para proponer a los Ministerios de Trabajo y de Hacienda un nuevo modelo de cotización para los autónomos, mas justa y equitativa con el colectivo.Como ya hiciera público FENADISMER hace unos meses en su propuesta de una fiscalidad más justa para los autónomos, ahora la Federación reitera a los Ministerios de Hacienda y de Trabajo la posibilidad de introducir una cotización más justa y real para el colectivo de autónomos.
Todos sabemos que un porcentaje mayoritario de autónomos cotizan por la base mínima de cotización. No existe todavía la posibilidad de cotizar por los ingresos reales ni por tiempo dedicado a la actividad autónoma (si es una media jornada solo, por ejemplo). La base mínima de cotización para muchos autónomos es excesiva, para algunos pocos es escasa, pero seguro que son los menos. Lo que sí es cierto es que la base mínima se queda muy corta también a la hora de recibir prestaciones de la Seguridad Social (pensiones, prestaciones por incapacidades, etc.)
La subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros/mes implica una subida de las bases de cotización en el mismo porcentaje que sube el Salario Mínimo (cerca del 23%). La base mínima también, por lo que los autónomos van a ver encarecida su aportación a la Seguridad Social a partir del 1 de enero de 2019, sin recibir nada más a cambio que lo que ya perciben.
El Gobierno ha asegurado que va a articular el sistema de tal forma que los autónomos no paguen más aunque suban las bases de cotización. Mientras terminamos de ver cómo encaja todo el sistema el Gobierno de cara al 1 de enero de 2019, FENADISMER plantea la opción de que la base de cotización del autónomo sea un gasto deducible en su Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, como lo es actualmente el salario que se paga a cualquier trabajador por cuenta ajena o la retribución que perciben los socios de las sociedades mercantiles por el trabajo que realizan para la sociedad. Estos salarios o retribuciones son gastos, y como tal deducen los ingresos, con lo que se paga menos IRPF o Impuesto de Sociedades, en cada caso.
Si al autónomo le permiten deducirse su base de cotización como gasto en su impuesto de la renta, es probable que los autónomos opten por bases de cotización que se ajusten mejor a sus ingresos reales. Con lo cual, opina FENADISMER, saldríamos ganando todos, los autónomos y la Seguridad Social que vería incrementada su recaudación.