El pasado 14 de agosto el Viaducto Polcevera, o más conocido como puente Morandi, de la autopista A-10 en Génova, colapsó produciendo el fallecimiento de 43 personas y múltiples heridos debido a la caída al vacío de 30 automóviles y 3 camiones. Este suceso está ocasionando problemas importantes de tránsito para los vehículos que procedentes de la frontera francesa que utilizaban dicha vía para acceder al resto del territorio italiano.
Se estima que más de 75.000 vehículos circulaban por este puente y servía de conexión tanto del Norte de Italia con las regiones italianas del Adriático y sur de Italia, y también otros países como Francia, Austria, Suiza o Alemania. Es por esto que el cierre temporal de la autopista A-10 entre Génova y Savona ha producido que se establezcan diversos itinerarios alternativos. Los desvíos alternativos que proponen las autoridades italianas pueden discurrir por carreteras convencionales o núcleos urbanos y pueden llegar a suponer el aumento en más de 100 kilómetros de la distancia recorrida.
Para los desplazamientos de larga distancia e internacionales, las autoridades italianas indican que para los flujos de tráfico en la A-6 desde Turín, la A-26 desde Alessandria, A-7 desde Milán y A-12 desde La Spezia se han habilitado una serie de itinerarios alternativos mientras se reconstruye el puente siniestrado, lo que puede durar varios meses.
Donde más problemas está ocasionando el derrumbe es en los tránsitos de larga distancia procedentes de la frontera francesa (paso internacional de Ventimiglia), que usa por más de 9.000 transportistas españoles que realizan transporte de mercancías hacia Italia, y que el cierre parcial de la A-10 obliga a hacer un importante rodeo. Las autoridades recomiendan circular por la A-10 afectada y desviarse antes de llegar a Génova tomando la conexión con la A-26 en dirección a Novi Ligure, para después descender por la A-7 hasta conectar con la A-12 si el destino de la mercancía fuera el centro o sur de Italia, lo que supone hacer un recorrido adicional superior a los 100 kilómetros. Los camiones que quieran llegar al corredor del Adriático, deben transitar por la A-10, desviándose antes de Génova por la A-26, A-21, A-14 y finalmente por la A-1 hacia la costa adriática. Por último los accesos hacia Milán y el resto de países europeos, como Suiza, Eslovenia o Croacia, se realiza por la A-10 y enlazando directamente con la A-21 dirección Milán y desde allí, en su caso, la A-4 para acceder a la región de Turín.