El fin del peaje duplica los siniestros mortales con camiones en la AP-7 en Cataluña, según los datos recogidos por el Servicio Catalán de Tráfico. En el conjunto de la red viaria catalana, en cambio, se ha reducido en un 4,3% el número de siniestros mortales en los que se ha visto implicado un camión.
El número de accidentes mortales con vehículos pesados implicados en la AP-7 en Cataluña se ha duplicado en el primer año sin peaje, de septiembre de 2021 a agosto de 2022. En concreto, se ha pasado de siete a catorce siniestros mortales, lo que supone un salto del 100%.
Un incremento de la siniestralidad que, por otra parte, es general en esta autopista, ya que, al absorber un volumen mayor de tráfico, ha crecido la siniestralidad: las víctimas mortales totales, independiente del tipo de usuario de la vía, también se han doblado, pasando de 12 a 25, mientras que los heridos de gravedad, aunque no se han doblado, igualmente han aumentado significativamente: de 37 a 66, un 78% más. El periodo de referencia para la comparación es del 1 de septiembre de 2018 al 30 de agosto de 2019, el último año “normal” antes de la pandemia.
En la información facilitada por el Servicio Catalán de Tráfico sobre la evolución de la siniestralidad en el primer año sin peaje en las autopistas AP-7, AP-2, C-33 y C-32 Nord nada se dice sobre quién ha tenido la responsabilidad de que se produjera el accidente, si el camión u otro usuario. Y antes de caer en la tentación de culpabilizar a los camiones de esta mayor accidentalidad, habría que analizar la responsabilidad.
Como hace todos los años el Ministerio de Transportes en el estudio sobre la accidentalidad de los vehículos de transporte, que se incluye en el Observatorio Social del Transporte por Carretera. Y según este estudio, en las carreteras españolas, el porcentaje de accidentes en los que un conductor profesional (camión, bus o furgoneta) se ve involucrado en un siniestro por culpa de otros usuarios de la vía es muy superior al porcentaje de accidentes provocados directamente por el conductor profesional: 64,5% sin responsabilidad del conductor profesional, por un 35,5% como responsable.
El tráfico se desvía a las autopistas sin peaje
Un factor que claramente ha influido en el incremento de la accidentalidad en la AP-7 ha sido el mayor volumen de tráfico general que ahora soporta esta autopista. Se ha registrado un aumento de los vehículos en circulación del 37,6% en el tramo norte entre La Jonquera y Parets y del 26% en el tramo sur entre el Papiol y Ulldecona; sin embargo, la movilidad de camiones solo ha aumentado un 21% en estos tramos, lo que no es de extrañar en el tramo norte, ya que los vehículos de cuatro o más ejes están obligados a circular por una parte importante del tramo norte de la AP-7 desde hace varios años.
En cambio, en los tramos centrales de la AP-7, entre Parets y Barberà y de Barberà al Papiol la movilidad general ha caído, principalmente por el desvío de vehículos hacia la C-33, autopista de acceso a Barcelona también liberada de peaje. En el caso de los camiones, en el tramo de la AP-7 de Parets a Barberà ha disminuido un 23,1% y un 28,9% en el de Barberà al Papiol.
En la mencionada C-33, la movilidad general en esta vía ha aumentado un 53,4%, mientras que el paso de camiones ha subido bastante más: un 121,1%. Carretera en la que, a pesar del incremento tan sustancial del tráfico pesado, no se ha producido una variación significativa en la accidentalidad.
Menos accidentes con camiones implicados
De hecho, en la C-33 el número de accidentes mortales ha pasado de uno a dos en términos generales y de cero a uno con camiones implicados; en la AP-2 han subido de cero a cuatro en total, y de cero a dos con camiones implicados, mientras que en la C-32 Nord ha bajado de cinco a cuatro, con un camión implicado tanto en el periodo de referencia, de septiembre de 2018 a agosto de 2019, como en este último año sin peajes.
Por otra parte, se ha reducido la accidentalidad mortal registrada en las carreteras nacionales paralelas a estas autopistas: en la N-II de nueve a cuatro y en la N-340 de nueve a uno, sin camiones implicados durante el último año, por un accidente con camión en cada carretera en el año de referencia. En el resto de la red de carreteras, el número de accidentes con camiones involucrados ha bajado de 36 a 26, lo que supone una reducción del 27,8%. El dato tan negativo de la AP-7 deja en solo un 4,3% la reducción de accidentes con camiones implicados en el conjunto de la red de carreteras catalanas, al pasar de 46 a 44 siniestros.
Accidentes mortales en Cataluña con vehículos pesados implicados
VÍA Sep18-ago19 Sep21-ago22 Variación % Variac. absoluta AP-2 0 2 – 2 AP-7 7 14 100% 7 C-32 1 1 0% 0 C-33 0 1 – 1 N-340 1 0 -100% -1 N-II 1 0 -100% -1 Resto carreteras 36 26 -27,8% -10 TOTAL 46 44 -4,3% -2
El fin de los peajes ha mejorado la seguridad vial
A la vista de todos estos datos, el Servicio Catalán de Tráfico considera que la liberación de peajes en las autopistas AP-7, AP-2, C-33 y C-32 Nord ha supuesto una mejora general de la seguridad vial en el conjunto de la red viaria catalana. Estiman que se han evitado más de 2.000 víctimas, dado que desde el 1 de septiembre de 2021 hasta el 30 de agosto de 2022 se han registrado 10.733 víctimas por accidente de tráfico (fallecidos, heridos graves y heridos leves), mientras que entre el 1 de septiembre de 2018 y 30 de agosto de 2019, hubo 12.973 víctimas, lo que supone una reducción del 17,3%.
Para corregir la evolución negativa de la siniestralidad que se ha producido en la AP-7 en este primer año de liberación de peajes, el Servicio Catalán de Tráfico ha pedido al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) que reduzca la velocidad máxima a 100 km/hora en los diez tramos con mayor concentración de accidentes mortales y graves, que suman unos 70 kilómetros. La medida se suma a la propuesta ya anunciada anteriormente para reducir la velocidad de 120 a 110 km/hora en las autopistas liberadas de peajes: AP-7, C-32, C-33 y AP-2.
Más atascos y retenciones
Por lo que respecta a la fluidez de la circulación, las retenciones y atascos en la AP-7 se han incrementado considerablemente, circunstancia que han terminado “pagando” los camiones. Según el Servicio Catalán de Tráfico, los tramos con peores resultados están entre Ulldecona y Papiol, con un incremento de las congestiones provocadas por accidentes del 97,6%, del 62,3% por averías y del 87,7% por circulación. En el tramo norte de La Jonquera a Parets destaca sobre todo el incremento de las retenciones a raíz de accidentes: un 98,2%.
Por otro lado, en los dos tramos centrales del Vallès, aunque la movilidad ha descendido, las retenciones aumentaron, dado que el enlace de la autopista hacia la C-58 a la altura del Baricentro, con la situación actual de la movilidad en esta zona, es una intersección que no es suficientemente eficiente y que provoca más problemas viarios , según la valoración realizada por el Servicio Catalán de Tráfico. Con este panorama, parece poco probable que se decida anular las restricciones y limitaciones a la circulación de vehículos pesados en la AP-7 que se han establecido este año. Habrá que confiar en que, al menos, no las amplíen el año que viene.
