Siguiendo con la tramitación del Reglamento sobre emisiones de CO2 del que venimos hablando los últimos meses, el pleno del Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta alcanzada en la Comisión de Medioambiente de reducir las emisiones de CO2 de los camiones, autobuses y semirremolques, por lo que ya solo falta que lo apruebe el Consejo de Ministros europeos para que entre en vigor.
Con el texto que ha aprobado el Parlamento Europeo, y que es el que aprobó hace unas semanas la Comisión de Medioambiente de dicho Parlamento, se busca avanzar en la consecución de los objetivos climáticos de la Unión Europea. Al considerar al transporte pesado por carretera responsable del 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del total de las emisiones del transporte, la propuesta incluye disminuciones considerables de las emisiones de camiones, autobuses y semirremolques en un horizonte temporal no muy lejano:
- En relación con los camiones, los fabricantes tendrán que reducir las emisiones medias de los camiones nuevos un 45% en 2030, un 65% en 2035 y un 90% en 2040. Y, a partir de 2035, los camiones de servicios municipales, como los de recogida de basura o los de obras, tendrán que cumplir los mismos objetivos.
- También afecta a los los fabricantes de remolques, que tendrán que mejorar el rendimiento de las emisiones de sus productos un 10% en 2030 en el caso de los semitrailers y un 7% en los trailers.
- Y los autobuses, el 90% de los autobuses nuevos tendrán que ser cero emisiones en 2030 y el 100% de los autobuses nuevos en 2035.
La votación del pleno del Parlamento Europeo salió adelante con 341 votos a favor, 268 en contra y 14 abstenciones.
Además, se incluye que, para 2027, la Comisión tendrá que llevar a cabo una revisión detallada de la efectividad e impacto de esta legislación, para decidir si incluir a los camiones pequeños, como se va llevar a cabo para registrar los vehículos pesados propulsados por combustibles que no emiten CO2, así como el papel que tendría un factor de corrección de carbono en la transición hacia vehículos pesados de emisiones cero.
La Comisión Europea también tendrá que estudiar el empleo de combustibles sintéticos en camiones, por lo que evaluará la posibilidad de presentar una propuesta para matricular vehículos pesados que funcionen únicamente con electrocombustibles en el próximo año.
Como sucede siempre, hay opiniones a favor, como la de TransportandEnvironment, que estima que esta regulación conseguirá que «al menos el 31% de los camiones y autobuses nuevos vendidos en 2030 sean de cero emisiones, y más de tres cuartas partes (77%) en 2040. En cuanto al parque total, se prevé que el 30% de los vehículos pesados de Europa sean de emisiones cero en 2040. Después de los automóviles, los vehículos pesados son los que más contaminan en Europa.«
Sin embargo, ACEA, que representa a los fabricantes de camiones y autobuses, no es tan optimista, ya que opina que las instituciones europeas están llevando a cabo una estrategia equivocada ya que «establecer objetivos ambiciosos para los fabricantes y esperar que se implementen sin problemas no es una estrategia”. En opinión de ACEA, los fabricantes están comprometidos con la descarbonización y con ayudar a Europa a conseguir sus objetivos climáticos y por eso invierten en el desarrollo de soluciones de transporte sostenibles, tanto eléctricos de batería como de hidrógeno.
Harald Seidel, presidente de la Junta de Vehículos Comerciales de ACEA afirma que “Europa está adoptando los objetivos de reducción de CO2 para 2030 más ambiciosos del mundo. Sin embargo, los objetivos ambiciosos deben estar respaldados por condiciones propicias igualmente ambiciosas y un marco regulatorio coherente”.
Para los fabricantes, descarbonizar el transporte por camión y autobús «es un deporte de equipo en el que participan muchos actores de todo el ecosistema del transporte y la logística. Los vehículos de cero emisiones no son el cuello de botella y los fabricantes no pueden afrontar solos el desafío compartido de la descarbonización, especialmente porque las condiciones propicias esenciales están fuera de su control.» Se refieren una vez más, a la escasez de red de recarga tanto eléctrica como de hidrógeno. De hecho, encaran a las instituciones europeas a que sean igual de ambiciosas en sus objetivos de establecer una red adecuada que permita a los vehículos pesados cero emisiones circular por Europa sin problemas.
