Cada día vamos conociendo un poco más de lo que será la reforma fiscal tan cacareada por el Gobierno. Y sabemos desde el principio que esta reforma toca de lleno en los módulos.
Ahora se dice que los autónomos que no facturen exclusivamente a particulares quedarán fuera de los módulos… Si es así, el transporte en todos sus sectores, subsectores y gamas quedará fuera de los módulos.
Ya ni los que facturen poco. Todos fuera: transporte pesado, ligero, nacional e internacional pero también reparto, mensajería, paquetería, etc…
Las acotaciones, restricciones y limitaciones que se han ido haciendo al sistema de módulos se han incrementado en los últimos años. Ya en 2013 se limitó en mucho el número de autónomos que podían tributar tanto el IRPF como el IVA al fijar que al menos el 50% de las operaciones debían hacerse con particulares y limitó los ingresos, la facturación, a 300.000 euros en el caso del transporte. Tampoco los autónomos en módulos pueden decantarse por el IVA de caja
Pero, los módulos llevan tiempo en el punto de mira de muchas organizaciones, del Ministerio de Hacienda, de las patronales… porque lo consideran un sistema desleal, al no tributar conforme a los ingresos y gastos reales obtenidos de la explotación del negocio o actividad empresarial y por ser una posible fuente de fraude, pues la emisión de facturas falsas, por servicios no realizados, no afecta al autónomo en módulos, que no tiene que declararla, y sí a quien la recibe, si está en estimación directa o es una sociedad que puede deducirse, tanto la base imponible como el IVA.
Esta salida de los módulos obliga a pasar a la Estimación Directa, en cualquiera de sus dos modalidades, Simplificada o Normal, en el caso del IRPF, y al IVA por diferencia entre repercutido y soportado. Y ello implica la llevanza de ciertos registros contables. Por eso, aquí las organizaciones de autónomos piden al menos dos cosas: que la salida de los módulos se haga de forma progresiva y que los requisitos formales que se exijan a los autónomos sean muy fáciles de llevar.
Los módulos se pusieron en marcha en 1992 como un sistema fiscal accesible para cualquiera que permitiría dos cosas a cual más importante: la primera sacar a muchos pequeños empresarios de la clandestinidad, que por poco dinero pudieran estar legales; la segunda, obtener unos ingresos fijos por parte del Estado. Y, aunque se han ido haciendo pequeñas reformas y parches a lo largo de los años, nunca se ha hecho una reforma de los principios que permiten aplicarse este régimen o no.
El caso es que nunca se sabe cuál es el mejor momento para llevar a cabo esta reforma, si mejor hace años en tiempos de bonanza económica o ahora, que al menos el sector del transporte, uno que seguro que se queda fuera, está pasando por la peor de las situaciones posibles.
