La Comisión Europea ha adoptado un paquete de propuestas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos años que incluye como como uno de sus objetivos que las furgonetas nuevas reduzcan sus emisiones de CO2 en 50% en comparación con sus emisiones en 2021, y que a partir de 2035 solo se puedan comercializar furgonetas de cero emisiones.
La Comisión Europea ha adoptado un paquete de propuestas que tienen como objetivo conseguir una reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero de todas las actividades en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, en lugar del 40% que ya estaba aprobado por las instituciones europeas. Con la vista puesta en lograr que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050, tal y como se estableció en el Pacto Verde Europeo.
Dentro del paquete de medidas propuestas, se incluye una modificación de los límites de emisiones que ya se habían establecido para turismos y furgonetas. Si los objetivos actuales eran del 15% de reducción de las emisiones para 2025 y del 31% para el año 2030 para las furgonetas, la nueva propuesta de la Comisión Europea eleva la reducción al 50% a partir de 2030 y se establece que desde 2035 solo se podrán comercializar furgonetas de cero emisiones.
En el caso de los turismos, el objetivo vigente es del 15% para 2025 y del 37,5% para el año 2030, pero la Comisión Europea quiere elevarlos al 55% a partir de 2030 y de cero emisiones también desde 2035.
Esta propuesta de la Comisión Europea ahora tiene que ser tramitada por el Parlamento Europeo y por el Consejo Europeo (órgano de representación de cada Estado miembro de la UE), antes de su aprobación definitiva.
Los objetivos actuales de reducción de emisiones para los camiones son del 15% y del 30%, para 2025 y 2030, respectivamente, pero su revisión está prevista para el año que viene, y con toda probabilidad, también al alza.
Más puntos de suministro para vehículos eléctricos
El paquete de medidas donde se ha incluido la revisión de los límites de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas incluye otras propuestas, como la revisión de la normativa que regula la construcción de infraestructuras para repostar combustibles alternativos.
Para garantizar que los conductores puedan cargar o repostar sus vehículos en una red fiable en toda Europa, se va a exigir a los Estados miembros que amplíen la capacidad de carga en consonancia con las ventas de vehículos sin emisiones y que instalen puntos de carga y repostaje en intervalos regulares en las principales carreteras: cada 60 kilómetros para la carga eléctrica y cada 150 kilómetros para el repostaje de hidrógeno.
