Polonia, Lituania, Hungria, Bulgaria, Rumanía y Malta han decidido unir fuerzas y recurrir el Paquete de Movilidad ante el Tribunal de Justicia Europeo justificándose en un falso victimismo que nada tiene que ver con la realidad.
Dice la Ministra de Interior húngara, Judit Varga, que el Paquete de Movilidad «socava el mercado interior de la Unión Europea al reforzar deliberadamente la ventaja competitiva indebida de los estados miembros occidentales».
Este falso victimismo de los Países del Este absolutamente nada tiene que ver con la realidad, y no lo decimos nosotros, lo dicen los datos de Eurostat que analiza todos los movimientos, toneladas y toneladas/kilómetros realizadas por todas las flotas europeas, entre otros datos. Datos que ponen de manifiesto el crecimiento exponencial de la presencia de las flotas de estos países en el transporte internacional, en un claro y continuo detrimento de la presencia de las flotas de los países occidentales en el mismo sector, con la excepción de la flota española.
Porcentajes que no tienen nada que ver con la realidad económica que correspondería por volumen de mercancías con origen y destino en estos mismos países. Hablamos de Alemania, Francia o Italia frente a Polonia, Hungría, Lituania, Bulgaria o Rumanía. Tanto la población como el PIB justificarían una mayor presencia en el transporte internacional de las flotas occidentales frente a las de los países del Este, pero la realidad es muy distinta.
Según Eurostat, en la última década las toneladas/kilómetro realizadas por la flota polaca en transporte internacional han crecido un 191%, ocupando el primer puesto en el ranking europeo con 229.587 millones de tn/km transportadas en 2019, muy por encima del resto de países.
En línea con este crecimiento, en el mismo período la presencia de la flota lituana ha crecido un 290%, ocupando el tercer puesto en el ranking europeo (Lituania no llega a tres millones de habitantes, frente a los 83 millones de Alemania o los 67 de Francia); y la flota rumana ha crecido ¡un 3321%!, y ocupa el cuatro puesto en el mismo ranking. Ranking que mide la presencia de la flota de un país en el transporte internacional europeo.
No nos vamos a engañar, en gran parte estos crecimientos exponenciales se deben a la deslocalización de las flotas de los países occidentales buscando una ventaja competitiva real, basada en un menos coste social y laboral, del que hemos hablado a menudo. Y es con esto con lo que pretende acabar el Paquete de Movilidad: el dumping social provocado por las diferencias de salarios y coste social que puede ser hasta ocho veces inferior en estos países en comparación con los salarios de Francia o Alemania.
Y es que a la vez que estas flotas crecen con estas cifras desmesuradas, la presencia en transporte internacional de Alemania y Francia disminuye un 62%, y realiza una sexta parte de transporte internacional Alemania en comparación con Polonia y hasta 20 veces menos Francia en comparación con el mismo país.
Solo España mantiene su cuota de transporte internacional, con un crecimiento del 32% de presencia en transporte internacional en estos últimos diez años.
La actividad de transporte internacional medida en relación con la actividad de la flota representa las siguientes cifras, y añadimos las cifras de población y de PIB per cápita EPA, que mide el nivel de vida de cada país en función del poder adquisitivo. Ambos factores son determinantes para valorar las ton/km que precisa realizar su flota, u otra, para mantener los estándares de producción, consumo, etc:
- Polonia un 64% (casi 38 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 71)
- Rumania un 73% (con 19 millones de habitantes y 66 de índice PIB per cápita EPA)
- Lituania un 94% (con 2,8 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 81)
- Bulgaria un 72% (con menos de 7 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 51)
- Hungría un 65% (no llega a 10 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 71)
- Alemania un 11% (supera los 83 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 123)
- Francia un 8% (con 67 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 104)
- Italia un 11% (con poco más de 60 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 97)
- España un 33% (con algo más de 47 millones de habitantes y un PIB per cápita EPA de 91)
Esta realidad, y no el falso victimismo con el que acuden al Tribunal de Justicia Europeo, es lo que lleva a FENADISMER a insistir en que estos países solo quieren mantener su ventaja competitiva basada en un menor coste social y laboral, lo que viene suponiendo un importante perjuicio para los mercados de transporte nacionales en los países occidentales en los que operan estas flotas. El Paquete de Movilidad al final lo que busca es igualar las condiciones de competencia entre todos los Estados miembros y acabar con el dumping social ejercido por las flotas del Este, incluidas por supuesto, y ante todo, las deslocalizadas.