En la reunión mantenida en el Ministerio de Transportes con el nuevo Secretario de Estado de Transporte, David Lucas, Julio Villaescusa, presidente de FENADISMER, ha aprovechado para recordar que la subcontratación sigue sin regularse lo que favorece el enriquecimiento «parasitario» de intermediarios que no aportan ningún valor añadido al transporte.
La Ley de la Cadena de Transporte, incluida en el Real Decreto-Ley 14/2022, aprobado en julio del año pasado, incluía una Disposición adicional que preveía la necesidad de regular la cadena de subcontratación en el transporte de mercancías por carretera para dotarle de mayor transparencia y control.
Los más de 8.200 intermediarios que operan en el transporte en España, no solo no aportan ningún valor añadido, en opinión de FENADISMER, si no que con su actitud «parasitaria» son en gran parte responsables del importante deterioro económico que sufre el sector. Por eso, la Ley de la Cadena de Transporte se fijó el objetivo de regular y limitar esta cadena de subcontratación, sin que hasta el momento se haya hecho nada.
FENADISMER entiende que es imprescindible poner en marcha este compromiso, desarrollando las medidas que sean necesarias para dotar de mayor transparencia y control la subcontratación del transporte en España. Un objetivo secundario es acabar con la intermediación «parasitaria», como la ha calificado Julio Villaescusa, que no aporta ningún valor añadido al sector.
En la misma intervención, Julio Villaescusa, ha solicitado que se mantenga la bonificación al combustible para el transporte durante todo 2023, ya que la situación económica no ha mejorado ni ha desaparecido la elevada incertidumbre mundial. Ni lo va a hacer próximamente.
Finalmente, Julio Villaescusa ha recordado que, en la actualidad hay un grupo de trabajo entre el Ministerio de Trabajo y el Comité Nacional para estudiar la implantación progresiva de las 44 toneladas en el sector, a la vez que en Europa se quiere legislar de manera más exigente en materias de emisiones en el transporte, lo que podría dejar fuera a todos aquellos transportistas que no tienen capacidad financiera para renovar su flota. Lo que hace necesario dotar al sector de las herramientas necesarias para poder repercutir en sus clientes estos incrementos de costes (el transportar 44 toneladas, cuando se establezca; el tener que cambiar a camiones más sostenibles, etc.)