No son buenos datos los que nos está proporcionando el Observatorio Permanente de la Morosidad y Pagos en el sector del transporte que elabora FENADISMER mensualmente en colaboración con la Fundación Quijote. Nos hemos ido a los 89 días de media.
En abril los plazos de pago se situaron en una media de 85 días; en mayo en 89 días. Son cuatro días más de media de plazo de pago y 29 días más que el límite máximo que fija la ley: 60 días de plazo desde la prestación del servicio. En 2016, la media del año fue de 85 días de plazo de pago.
Esto implica que el 71% de los clientes de los transportistas pagan a más de 60 días y encima utilizan medios de pago que implican una gestión y un coste para las empresas de transporte: confirming (39%); pagaré (33%); transferencia (27%) y cheque (<1%).