La Guardia Civil encargada de la vigilancia del transporte en Soria ha detectado dos vehículos con manipulaciones diferentes en el tacógrafo con el fin de obtener claras ventajas competitivas.
Como ya hemos dicho en diversas ocasiones, la manipulación del tacógrafo se considera un «delito de falsedad documental en la modalidad de simulación», y como tal la Guardia Civil está obligada a instruir diligencias que son remitidas al Juzgado correspondiente para que sea tratado como un delito penal.
En Soria, en abril, los agentes de la Guardia Civil están «investigando» (antes diríamos que están imputados) al conductor de un vehículo que iba conduciendo con la tarjeta insertada a nombre de otro conductor, por lo que este segundo conducto está siendo también investigado como «cooperador necesario». Salvo que tuviera denunciada la desaparición de su tarjeta de tacógrafo, ha sido él quien se la ha facilitado al conductor inspeccionado por la Guardia Civil en el control en carretera.
En este caso, la Guardia Civil ha iniciado la Instrucción de Diligencias que han sido remitidas al Juzgado de Guardia de Soria para que sea tratado como un posible delito de falsedad documental.
Además, la Guardia Civil, en otro control en carretera, sorprendió a un conductor cuyo tacógrafo registraba «descanso» aún estando el vehículo en movimiento. Evidentemente, las sospechas de manipulación son ciertas por parte de los agentes, que llevan a cabo un control exhaustivo del aparato pero no son capaces de detectar la manipulación, así que deciden trasladar el vehículo a un taller de Soria capital, donde, tras desmontar el tacógrafo entero, se confirma la manipulación del sensor de movimiento.
Esta situación conlleva que el conductor es considerado presunto autor de un delito de falsedad documental, pero el propietario del vehículo también es investigado como «cooperador necesario».
En total, en Soria, nos comunica la Guardia Civil, hay cinco personas siendo investigadas en la actualidad por manipulación del tacógrafo.
Sentencia del Supremo sobre la manipulación del los tacógrafos
Como ya os comentamos aquí, cuando salió publicada la sentencia del Tribunal Supremo, la manipulación del tacógrafo (desde utilizar una tarjeta a nombre de otro conductor, a manipular el software del aparato o del sensor) es considerada «delito de falsedad de documento oficial en la modalidad de simulación», ya que se hace con el objetivo de obtener una ventaja competitiva y eludir los controles policiales y administrativos.
El Supremo considera que los registros del tacógrafo son documentos oficiales con efectos jurídico-penales, de ahí que la información almacenada en el aparato sea considera un documento electrónico y los recibos o los tickets que expiden dichos aparatos son copias de dicho documento oficial, por lo que la naturaleza oficial de estos documentos es indiscutible a juicio del Supremo.
Estas son las razones por las que desde esta sentencia del Supremo, la manipulación del tacógrafo, en cualquiera de las variedades posibles, se considera un delito y el transportista, así como el conductor (taller también si está implicado en la manipulación) pueden ser investigados por la vía penal y ser condenados por un delito con penas de cárcel de hasta tres años.
Y es que, la manipulación del tacógrafo implica no respetar los tiempos de conducción y descanso y eso tiene dos consecuencias muy graves: un claro peligro para la seguridad vial y un evidente ejercicio de competencia desleal.
Para más información sobre qué es manipulación, porqué es un delito, cómo se instruye y las consecuencias, escucha este podcast que grabamos en colaboración con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
