En junio, el Paquete Europeo de Movilidad, que se llevaba negociando algo más de un año, quedó parado tras el rechazo del Parlamento Europeo al proyecto presentado por la Comisión. Y es que las diferencias entre los países de la Unión Europea, según sean del Este, Oeste, Norte o Sur hace que haya más puntos de desacuerdo que de acuerdo.
Este semestre es Austria la encargada de presidir la Unión Europea y uno de sus proyectos ha sido revivir el debate sobre el Paquete de Movilidad e intentar alcanzar un consenso entre los diferentes intereses de todos los países de la Unión Europea sobre temas tan importantes como la modificación del cabotaje, la posibilidad de hacer el descanso en cabina o no, la introducción obligatoria del nuevo tacógrafo digital o la regulación en torno a los trabajadores desplazados.
Se han creado tres grandes bloques, por un lado los países del Este, por otro los países más occidentales y un tercer grupo, entre los que estaría España, con los países centrales y periféricos. Pero, a la hora de tratar cada tema, hay movilidad de un grupo a otro.
Así, sobre la prohibición de realizar descanso semanal en la cabina, aunque se haga el descanso semanal en un parking seguro, los países occidentales se siguen oponiendo.
Sobre la modificación del cabotaje, de forma que no pueda hacerse una operación de cabotaje hasta que transcurran 14 días desde la última, se oponen España, Irlanda, Holanda, Portugal y Luxemburgo.
La introducción del nuevo tacógrafo digital inteligente a partir de 2024 tiene en contra a los países periféricos y a los países del Este de Europa.
Todas estas diferencias, nos llevan a pensar que en este semestre no se va a alcanzar un acuerdo. Y el próximo semestre lo preside Rumanía.