Mercedes-Benz Vans ha iniciado la producción en serie de la eSprinter totalmente eléctrica a mediados de diciembre, un vehículo que ofrece hasta 168 kilómetros de autonomía y más de una tonelada de carga útil. La eSprinter se fabrica en las instalaciones que la marca tiene en la ciudad alemana de Dusseldorf.
La Mercedes-Benz eSprinter va a estar disponible como furgón con techo alto con un volumen de carga de 10,5 metros cúbicos y una MMA de 3,5 toneladas. Se impulsa gracias a un motor eléctrico de 85 kW y 300 Nm que acciona el eje delantero.
El fabricante germano va a ofrecer dos opciones de paquetes de baterías: una variante con cuatro módulos, que suman 55 kWh, lo que se traducirá en una autonomía de aproximadamente 168 kilómetros y una carga útil máxima de 891 kilogramos. La segunda variante monta solo tres módulos de baterías, con un total de 35 kWh. En este caso, la autonomía ronda los 115 kilómetros, pero la carga útil sube hasta los 1.040 kilogramos.
Por otra parte, la función de carga rápida de la eSprinter permite recuperar el 80% de la carga de la batería en unos 30 minutos. Además, la velocidad máxima se puede limitar a 80, 100 o a 120 km/hora.
En cuanto a la producción de la eSprinter, Mercedes-Benz ha invertido en los últimos años alrededor de 330 millones de euros para formar a los operarios y adaptar la planta de Dusseldorf, de la que ya han salido más de cuatro millones y medio de vehículos desde su puesta en marcha en 1962, a los procesos de fabricación de la última generación Sprinter, que incluye la versión totalmente eléctrica eSprinter. De hecho, esta factoría es el centro de referencia para los sistemas de propulsión eléctricos. La apuesta por la sostenibilidad de Mercedes-Benz Vans va más allá de ofertar vehículos sin emisiones, también abarca a la fabricación de las furgonetas: la marca germana se ha fijado como objetivo conseguir que toda la producción de furgonetas sea neutra en emisiones de CO2 en el año 2022.