Mayo no ha sido un buen mes, para nada, y para los plazos de pago tampoco. El plazo de pago se ha situado en 89 días, 11 días más que en febrero de este año.
Otro síntoma más de cómo andan las cosas es el repunte al alza escandaloso de los plazos de pago en el transporte: 89 días de media de plazos de pago según el Observatorio de Morosidad que elabora la Fundación El Quijote.
En febrero de este mismo año, el plazo de pago era de 78 días, que ya es 18 días superior al plazo legal de pago, 60 días. Y el resultado de la encuesta nos dice que además, un 75% de los clientes de los transportistas incumplen los plazos de pago.
Además, a la hora de pagar, siguen eligiendo preferentemente el confirming (un 49%), seguido de la transferencia (37%), el pagaré (14%) y cheque (<1%). Como bien sabéis todos, el confirming es un método de pago «español» que supone un coste para el que tiene que cobrar el servicio que ha prestado.
Así las cosas, urge más que nunca que se elabore y publique un régimen sancionador contra la morosidad que sistemáticamente ejercen las grandes empresas con las pymes y los autónomos a los que utilizan como «financieras» de sus operaciones. Más de 130.000 millones adeudan ahora mismo las grandes empresas en facturas vencidas. Si las pagaran, desaparecerían muchos problemas de liquidez.