Los transportistas de portavehículos anuncian en una carta dirigida a sus clientes que la situación de angustia y agonía en la que está el sector les llevará a tomar medidas, como parar en marzo su actividad, si antes no se alcanzan unas mejoras económicas y laborales importantes.
Desde el inicio de la pandemia, si hay un sector del transporte que lo ha padecido especialmente ha sido el de portavehículos: en primer lugar por la pandemia que les retuvo semanas sin poder trabajar; después, la crisis de los microchips y otros componentes que tiene a las fábricas de automoción a medio gas.
En palabras de TRANSPORTAVE, asociación de transporte de portavehículos perteneciente a FENADISMER, se ha llegado a una «situación de angustia y agonía» de la que solo se podrá salir con «el esfuerzo de todos los implicados, intentado mantener a flote este sector que hace tiempo que viene sufriendo una muerte lenta», en palabras de la propia asociación.
Para salir de esta situación, los responsables de la TRANSPORTAVE, han planteado un documento de negociación urgente que «engloba lo necesario para reconducir la situación de este subsector, colocándolo en una línea de sostenibilidad necesaria para el futuro». En este documento, se plantean una serie de medidas y se da quince días a los operadores logísticas y flotistas, subcontratadores de este tipo de transporte, para sentarse a negociar medidas que mejoren sustancialmente las condiciones económicas y de trabajo de estos transportistas. Medidas como:
-Actualización de la tarifas de forma que reflejen la subida del gasóleo del último año.
-Creación de un protocolo de carga y descarga de los vehículos en las fábricas, campas y concesionarios finales.
-Cobro de las paralizaciones no imputables al transportista.
-Creación de áreas de estancia adecuadas para que los conductores puedan hacer sus tiempos de espera mientras se llevan a cabo las tareas logísticas en los puntos de carga y descarga.
Tras las negociaciones con operadores y flotistas, la Asamblea de TRANSPORTAVE mantendrá una nueva reunión para decidir los pasos a seguir, como movilizaciones y/o paros, en caso de que la negociación no prospere. Y eso sería a partir de marzo.
