
Para la reducción del consumo en los vehículos de transporte, dentro de su estrategia “All for fuel eco”, Renault Trucks tiene abiertas varias líneas de estudio, una de ellas, muy interesante por lo novedosa, consiste en aprovechar el calor que se desprende en los gases de escape para transformarlo en energía eléctrica.
Esta energía, producida de esta manera, podría alimentar los diferentes componentes y auxiliares eléctricos del vehículo que dejarían de precisar consumo de combustible para esta misma función.
Este proceso, conocido con el nombre de ciclo Rankine permite transformar la energía térmica en energía eléctrica. La energía residual de los gases de escape del vehículo se recupera y luego se transforma en electricidad gracias a un generador integrado en la turbina.
El sistema Rankine permite producir varios kilovatios de electricidad lo que podría traducirse finalmente en un ahorro de entre un 5 y un 10% de combustible en los vehículos de larga distancia.