Scania ha realizado una evaluación del ciclo completo de vida de los vehículos eléctricos de batería, con el resultado final de que su impacto ambiental es significativamente menor que el de los vehículos con motor de combustión.
En concreto, Scania ha realizado la evaluación del impacto ambiental de un camión de distribución siguiendo el sistema ISO 14040/44, que sirve para calcular los impactos ambientales de los productos o servicios durante todo su ciclo de vida: en este caso incluye la extracción y el procesamiento de las materias primas, la producción de todos los elementos del vehículo, su uso, el mantenimiento y la recuperación (reciclado) del vehículo y la batería. Para el cálculo, se ha tomado como referencia un vehículo con una caga útil de 6,1 toneladas con una actividad de medio millón de kilómetros.
Según la evaluación, la producción del vehículo eléctrico de batería conlleva un mayor impacto ambiental, principalmente debido a que se consume mucha energía durante el proceso de fabricación de las celdas de las baterías. Las celdas de la batería representan algo más del 40% de las emisiones de carbono provenientes de la producción de vehículos eléctricos a batería.
Sin embargo, el impacto del ciclo de vida total sobre el cambio climático es dramáticamente más bajo que el de los vehículos de combustión debido a la reducción de las emisiones de CO2 durante la utilización del vehículo.
La reducción de las emisiones durante el ciclo de vida de los camiones que operaban en la UE en 2016 sería de un 38% y ascendería a un 63% en relación con los vehículos previstos en 2030. Si, además, la electricidad utilizada por los camiones de baterías fuera “verde” (solar, eólica, hidráulica, …), la reducción de las emisiones de carbono durante el ciclo de vida ascendería al 86%. En cualquier caso, según la evaluación realizada por Scania, después de tan solo uno o dos años de uso, los camiones de distribución eléctricos de batería generan un menor impacto climático que sus homólogos con motor de combustión interna. En ese plazo de tiempo se compensa la mayor emisión de CO2 durante la producción del vehículo eléctrico.
En este sentido, Scania ya ha adoptado medidas para reducir las emisiones durante la producción de los vehículos eléctricos a batería. Por ejemplo, se ha asociado con Northvolt con el objetivo de producir baterías más ecológicas. Y en relación con la producción de acero, que actualmente tiene una gran dependencia de los combustibles fósiles durante su producción, ha firmado un acuerdo con H2 Green Steel para, en 2030, poder fabricar con cero emisiones un camión eléctrico.
En cuanto a la penetración en el mercado de los vehículos eléctricos y el coste de uso para los transportistas, Andreas Follér, director de Sostenibilidad de Scania, ha dicho que “esperamos que durante esta década el costo total de operación para los vehículos eléctricos de batería sea positivo para la mayoría de nuestros clientes y la mitad de nuestras unidades vendidas en 2030 podrían tener una línea motriz eléctrica”.