Hace unos meses Volvo puso en marcha un camión autónomo en unas minas en el norte de Suecia. Ahora, junto con la compañía de gestión de residuos sueca, Renova, Volvo ha puesto en marcha en régimen de prueba vehículos autónomos para la recogida de basuras. Pero, como el camión de basuras autónomo trabaja en un ámbito urbano, si la seguridad de por sí es importante para el fabricante sueco, ahora es la máxima prioridad.
El camión de basuras autónomo tiene un pilar para su funcionamiento: los sensores y la tecnología GPS. Con el GPS, el camión autónomo, una vez que ha realizado un recorrido, en modo de conducción normal con el conductor a los mandos del volante, ya lo conoce, lo registra y a partir de ese momento puede hacerlo en modo de conducción autónomo, parando exactamente en los puntos de recogida de basura donde lo hizo el conductor la primera vez. Gracias a los sensores, el camión de basuras controla en todo momento todo lo que sucede a su alrededor, deteniéndose de forma inmediata si detecta un obstáculo en su camino.
Una vez que el camión ya conoce el recorrido que tiene que efectuar, no es necesario que el conductor vaya a bordo del camión. El conductor baja de la cabina una vez que ha activado el sistema automatizado para colocar el cubo y vaciarlo en la parte posterior. Una vez completado este proceso, el camión se desplaza al siguiente punto de recogida sin necesidad de que el conductor suba a bordo de la cabina, va haciendo el mismo recorrido que el vehículo, que se desplaza marcha atrás para que el conductor pueda ir cerca del compactador y no tener que subir y bajar de la cabina.
Los sensores que incorpora este camión hacen tan segura la conducción hacia atrás como hacia delante; puede detectar un coche, por ejemplo, que le esté bloqueando la calle y sortearlo, siempre que tenga espacio para hacer la maniobra con seguridad.
En cualquier caso, en Volvo son conscientes de que queda tiempo para que este servicio realizado de forma autónoma sea una realidad. De momento se mantendrán las pruebas a lo largo de este año y luego se procederá a su análisis para evaluar su funcionalidad, seguridad y la aceptación por parte de los conductores, de otros usuarios de las vías y de la propia sociedad.
