Ni las recomendaciones de la Unión Europea, ni la amenaza de sanciones por un proteccionismo contrario al mercado interior, ni las colas de vehículos en las fronteras hacen que Alemania recule en la exigencia de registros y PCR negativas a los conductores. Es más, ahora también la exige para los procedentes del Departamento francés de Moselle.
Alemania fue el primer país en exigir pruebas PCR a los conductores que fueran a estar más de 72 horas en su territorio además e un registro telepática que tienen que presentar en la frontera a requerimiento de las autoridades de control.
Con el agravante de que además, la prueba PCR, que tiene que ser negativa y realizada en las 48 horas anteriores a su entrada en territorio alemán, tiene que estar redactada en alemán, inglés o francés.
Éstos son los territorios de alto riesgo a los que se exige que los conductores procedentes de ellos vayan provistos de la prueba PCR negativa, además del registro previo:
- Austria, en particular la región del Tirol, a excepción del distrito de Lienz (Tirol oriental), el municipio de Jungholz y el valle del Riss en el municipio de Vomp y Eben am Achensee.
- Portugal.
- República Checa y República Eslovaca.
- Reino Unido e Irlanda del Norte.
- Francia, en el departamento francés de Moselle, que es el que se acaba de sumar.
FENADISMER sigue insistiendo en la necesidad de obligar a Alemania a parar esta exigencia, contraria al mercado común y solo producto de un exceso de celo y necesidad de proteger su mercado, lo que es contrario al espíritu y leyes de la Unión Europea, por eso, la Federación, está haciendo gestiones a través de la UETR (Organización de transporte internacional de la que forma parte) entre las instituciones de la Unión Europea, para que se obligue a Alemania a parar con estas exigencias y sea sancionada, en el caso de que se confirme que ha puesto en marcha prácticas proteccionistas.
