La empresa noruega de distribución de alimentación ASKO ha establecido un programa de inversiones que tiene como objetivo haber reemplazado en 2026 toda su flota de reparto, compuesta actualmente por 600 camiones, por vehículos de emisiones cero.
Un reto de gran envergadura el que ha emprendido esta empresa si tenemos en cuenta que actualmente cuenta con tres camiones eléctricos de baterías y cuatro camiones eléctricos con pila de combustible de hidrógeno, seis de ellos de Scania.
ASKO ha sido pionera en la utilización de camiones con cero emisiones en operaciones normales de distribución. Comenzó en 2016, utilizando en sus rutas de reparto en Oslo un camión eléctrico con una carga útil de cinco toneladas y media preparado por una empresa holandesa.
A principios de 2020, entraron en servicio en su base de la ciudad de Trondheim cuatro camiones Scania impulsados por hidrógeno con una MMA de 26 toneladas y una autonomía de entre 400 y 500 kilómetros.
Los últimos vehículos en incorporarse a la flota de ASKO han sido otros dos camiones Scania con baterías eléctricas, con una carga útil de unas diez toneladas y una autonomía estimada de hasta 120 kilómetros. ASKO ha cerrado la compra de un total de 55 camiones Scania eléctricos y le ha encargado diez tractoras también eléctricas a Tesla, unos vehículos de 36 toneladas, que, según el fabricante americano, tendrán una autonomía de hasta 800 kilómetros.
La última operación relacionada con el proyecto de electrificación de su flota de camiones ha sido la firma de un contrato con la empresa ABB para que le suministre más cargadores de alta potencia de 150 kW, similares a los que ya utiliza para cargar sus dos camiones eléctricos de batería que operan en Oslo.