Con motivo de la modificación de la Directiva que regula los carnés de conducir, el Parlamento Europeo propone una nueva categoría de carné de conducir B+ para vehículos entre 1,8 y 3,5 toneladas. La oposición de los transportistas y fabricantes de automóviles y furgonetas es total.
Si hace unos meses, con motivo de la modificación de la Directiva que regula los carnés de conducir europeos, os comentábamos que se estaba proponiendo permitir acceder al camión a conductores de 17 años, con acompañante durante un tiempo, ahora resulta que el Parlamento europeo propone dividir el carné B en dos categorías, es decir, propone crear una nueva categoría de carné de conducir, el B+, que permitiría conducir vehículos de más de 1,8 y hasta 3,5 Toneladas.
Para poder acceder a él habría que tener 21 años o bien dos años de práctica con el carné B, que quedaría para vehículos hasta 1,8 toneladas. Para dar el salto del B al B+ en cualquier caso habría que superar test y exámenes.
Organizaciones como IRU, ACEA y FIA Region ya han manifestado su más absoluta oposición a esta propuesta y confían en que no salga adelante, porque, realmente ¿a quién beneficia esta duplicidad del carné B? ¿A las autoescuelas? Porque a la sociedad, a las familias, al sector de transporte y al medioambiente y la política de descarbonización de la Unión Europea, desde luego no.
Esta propuesta afectaría a todos los conductores y a todos los vehículos, es decir, sean de uso público o privado, particulares o profesionales. La mayor parte de los vehículos cero emisiones (incluso los compactos de baterías) y, por supuesto, las furgonetas y minibuses, sean propulsados por cualquier tipo de combustible superan las 1,8 Toneladas de MMA, lo que implicaría que sus conductores tendrían que enfrentar dos pruebas: para obtener el B, y si tienen más de 21 años, el B+. Si tienen menos de 21 años, a esperar dos años o cuando se cumplan los 21 años.
En el sector privado solo va a favorecer que aumente indiscriminadamente el número de coches pequeños y no cero emisiones, precisamente, lo que va totalmente en contra de la política comunitaria de descarbonización. Cuando estos conductores alcancen la edad para obtener el carné B+, y pagarlo, no tendrán experiencia en conducción de vehículos cero emisiones o más grandes. ¿Qué se gana con esta propuesta?
Tampoco las estadísticas de accidentes justifican esta propuesta ya que no avalan que haya más accidentes entre jóvenes menores de 21 años con coches de más de 1,8 Tons.
Por no hablar en el caso del transporte profesional, se van a duplicar los costes, los trámites y la posibilidad de acceder a la profesión de conductor, precisamente cuando lo que se buscan son soluciones a la escasez de conductores.
Los conductores con carné B que ahora pueden conducir vehículos de propulsión alternativa hasta 4,5 toneladas, para compensar el exceso de peso que conlleva una propulsión eléctrica o híbrida, ¿qué carné van a necesitar? ¿El C? ¿O van a proponer desdoblar también el carné C? Cuando los legisladores no salen a la calle, pasan cosas como ésta.