El Parlamento Europeo apoya la propuesta que hizo la Comisión Europea, dentro del paquete de medidas Objetivo 55 (Fit for 55), que impone a los fabricantes de furgonetas que las emisiones medias de CO2 de sus vehículos nuevos comercializados en 2030 sean un 50% más bajas que las registradas por las furgonetas que vendieron en 2021, como paso previo a una reducción del 100% en 2035. La normativa final se tiene que negociar con el Consejo Europeo, en este caso integrado por los ministros de Medio Ambiente de los países miembro de la UE, organismo que todavía no ha adoptado una postura común.
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta de la Comisión Europea de endurecer la reducción de emisiones de CO2 de las furgonetas y los turismos nuevos comercializados a partir de 2030. Pero el resultado de la votación: 339 votos a favor, 249 en contra y 24 abstenciones, refleja la falta de unanimidad entre los eurodiputados sobre la ambición del Reglamento que revisa los objetivos de emisiones de turismos y furgonetas, desacuerdo que ya se evidenció en la votación en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento, donde se fijó el contenido del documento que se ha votado en el pleno.
Pero la mayoría de los eurodiputados considera apropiado fijar una reducción del 50% de las emisiones de CO2 de las furgonetas nuevas comercializadas en 2030 respecto a las emisiones medias registradas por los fabricantes en 2021. Para los turismos el objetivo es del 55%, mientras que el objetivo en 2035, para tanto para turismos como para furgonetas, es lograr la reducción del 100%.
Para vigilar el proceso de transición hacia las emisiones cero de furgonetas y turismos, los europarlamentarios han encargado a la Comisión Europea que elabore anualmente a partir de 2025 un informe sobre el impacto que esté teniendo este proceso: sobre los consumidores (precio de los vehículos), sobre el empleo (en el sector de la automoción), sobre el mercado de vehículos de segunda mano y sobre el uso de energía renovable.
El eurodiputado responsable de redactar el texto que finalmente ha aprobado el pleno del Parlamento ha sido el holandés Jan Huitema, que ha afirmado tras la votación: “Con esta propuesta ofrecemos claridad a la industria y estimulamos la innovación y la inversión. Además, comprar y conducir coches no contaminantes será más barato. Estoy satisfecho de que el Parlamento haya respaldado el objetivo de eliminar las emisiones de los coches en 2035, pues es crucial para lograr la neutralidad climática en 2050».
Más discrepancias en el Consejo
El texto aprobado por el pleno del Parlamento Europeo constituye la base para negociar el texto definitivo del Reglamento con los gobiernos de cada país miembro de la UE, representados a través del Consejo Europeo, en este caso integrado por los ministros de Medio Ambiente.
Pero los trabajos preparatorios para adoptar una posición común dentro del Consejo Europeo avanzan lentamente, debido a la gran disparidad de opiniones entre los países: unos consideran que los objetivos son poco ambiciosos, mientras que otros consideran que son inalcanzables y que tendrán un impacto negativo muy alto, tanto para la industria como para los compradores de vehículos.
El Reglamento sobre el estándar de emisiones de turismos y furgonetas ya se ha tratado en las reuniones del Consejo de Medio Ambiente celebradas en diciembre de 2021 y marzo de 2022, sin que se haya avanzado demasiado en la unificación de posturas. El próximo Consejo Europeo de ministros de Medio Ambiente se celebrará a finales de este mes de junio, pero hasta una semana antes no se dan a conocer los temas que serán tratados. Y, según al calendario actual, los siguientes Consejos se celebrarán en octubre y diciembre.
Objetivo 55
La propuesta legislativa para la revisión de los estándares de CO2 forma parte del paquete medidas Objetivo 55 (Fit for 55), que la Comisión Europea presentó en julio de 2021. Este Reglamento se presentó como una medida necesaria para alcanzar los objetivos climáticos generales de la UE para 2030 y 2050, impulsar el despliegue de los vehículos no contaminantes ayudando así a mejorar la calidad del aire, ahorrar energía y reducir los costes del vehículo privado, al tiempo que se estimula la innovación en tecnologías de cero emisiones.
