Un estudio encargado por Transport&Environment pone de manifiesto que hasta un 11% de cuota de mercado pueden perder los fabricantes europeos de camiones cero emisiones frente a competidores extranjeros, salvo que estén disponibles antes sus gamas completas cero emisiones, para lo que necesitan el impulso de la legislación comunitaria.
Transport&Environment ha encargado un estudio a Boster Consulting Group (BGC) sobre las consecuencias que va a tener en la economía europea, en el trabajo y en los fabricantes europeos de camiones, el hecho de que Bruselas haya decidido rebajar la reducción de los niveles de emisiones de CO2, en lugar de seguir la propuesta más exigente de la ComisióN Europea.
La Comisión Europea propuso hace unos meses reducir las emisiones de CO2 procedentes del transporte en un 45% para 2030, en un 65% para 2035 y en un 90% para 2040. La norma actual, que es la que sigue vigente puesto que el resto de instituciones comunitarias no están por la labor de exigir más a los fabricantes de camiones ni de coches o furgonetas, contempla una reducción de emisiones de CO2 del transporte del 30% en 2030. La referencia son siempre las emisiones del transporte en 2019.
Hace unos días, el Comité de Transporte del Parlamento Europeo ha emitido su propia propuesta y rebaja la de la Comisión: propone una reducción del 30% para 2030, del 45% para 2035 y del 75% para 2040.
Esta poca ambición, en opinión del estudio encargado por Transport&Environment, de las instituciones comunitarias está poniendo en riesgo algo más que el crecimiento de la economía europea o de los puestos de trabajo, que traerían consigo un más rápido despliegue de la normativa cero emisiones en Europa, si no que puede penalizar considerablemente a los fabricantes de camiones europeos, que podrían llegar a perder un 11% de cuota de mercado cero emisiones frente a competidores extranjeros como Tesla (USA) o BYD (China), de forma similar a cómo está pasando en el mercado de turismos.
Este es el peor de los escenarios contemplado por el estudio, que se daría en el caso de que toda la producción de camiones cero emisiones fuera local; en el caso de que se produzca un «ensamblaje local con aprovisionamiento local parcial”, la cuota de mercado que perderían los fabricantes europeos frente a los extranjeros sería del 8% y, en el tercer escenario, que se diera una “competencia basada en las importaciones”, en la que la producción nunca se localiza, la cuota de mercado de los competidores extranjeros se quedarían en el 3%.
Sin embargo, los propios fabricantes europeos de camiones tienen en su mayoría objetivos más ambiciones y respetuosos con el medio ambiente que las instituciones europeas, como es el caso de Volvo Trucks, Renault Trucks o Mercedes-Benz Trucks que confían en que sus ventas cero emisiones superen los umbrales del 30% sobre el total de ventas en 2030. Tanto Volvo Trucks como Renault Trucks confían en que el 50% de sus ventas sean cero emisiones en esa fecha, y Mercedes-Benz Trucks espera que el 60% de sus ventas totales de camiones sean de productos cero emisiones.