Una nueva huelga de transporte de combustible se ha puesto en marcha en Portugal, aunque la declaración de «alerta energética» que ha realizado el gobierno portugués pude que ponga punto y final pronto a esta huelga.
Ayer, 12 de agosto, los transportistas de combustible portugueses iniciaron una nueva huelga indefinida para tratar de encontrar respuesta a las reclamaciones que hicieron el pasado mes de abril y, que afirman los transportistas, la patronal ANTRAM no ha respondido. Se trata de mejoras salariales y derechos de los trabajadores.
Antes de que se repitiera la situación de desabastecimiento que sucedió en abril, se decretaron unos servicios mínimos, además de unas limitaciones en el repostaje para los ciudadanos en función de la ubicación de las estaciones de servicio.
Sin embargo, el gobierno portugués considera que los transportistas están incumpliendo estos servicios mínimos marcados (de hecho, en algunas áreas se ha producido desabastecimiento de combustibles alcanzando a 520 gasolineras, un 17% de la red nacional). La escasez de combustible está amenazando también los aeropuertos, y todo esto en pleno periodo de vacaciones y con el país lleno de turistas.
Por eso, se ha decretado la «emergencia energética» que permite al Gobierno utilizar a las fuerzas de seguridad para transportar el combustible a las estaciones de servicio además de poder «obligar» a los propios transportistas a realizar estos servicios, bajo pena de cárcel en caso de negarse.