Como anunció el Gobierno en su programa electoral, las autopistas de peaje sujetas a concesión van retornando al Estado, al Ministerio de Transportes, al finalizar los contratos. Es el caso de la AP2 y AP7, que dejarán de ser de peaje para los miles de camiones que las utilizan a diario a partir del próximo 1 de septiembre.
Tras 40 años de pago de peajes por las autopistas AP2 y AP/, desde el próximo 1 de septiembre pasarán a ser gratuitas. ¿Por cuánto tiempo? No lo sabemos. El Gobierno ha anunciado peajes para 2024 en todas las vías no sujetas a peaje, pero, como ya hemos comentado hace unas semanas, sin el consenso de todos los partidos políticos no es un proyecto que pueda salir adelante. Así lo manifestó el anterior Ministro de Transporte, José Luis Ábalos en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Mientras tanto, los transportistas dejarán de pagar peajes a partir del 1 de septiembre en los tramos afectados de la AP2 y AP7 que pasarán a ser autopistas gestionadas por el Ministerio de Transportes:
-AP2 entre Alfajarín (Zaragoza) y El Vendrell (Tarragona), 215 kilómetros.
-AP7 entre La Jonquera y Salou, 245 kilómetros.
-AP7 entre Montmeló y Papiol. 31 kilómetros.
Además, dos autopistas catalanas de peaje en la actualidad dejarán de serlo y pasarán a ser gestionadas por la Generalitat:
-C32 en el Maresme, entre Barcelona y Lloret de Mar, 48 kilómetros.
-C33 entre Barcelona y Montmeló.
Si seguirán con peaje (son concesiones que terminan entre 2’37 y 2039)
-C32 en su tramo sur entre Castelldefels y El Vendrell (túneles del Garraf).
-C16, que incluye el tramo de los túneles del Cadí, Túneles de Vallvidrera y el tramo entre San Cugat y Manresa, pasando por Terrassa.
El fin del peaje en la AP2, por ejemplo, puede implicar que a los 3000 camiones que circulan a diario por ella, se sume gran parte de los 6.000 camiones que circulan diariamente por la NII. Si tenemos en cuenta que el 1 de septiembre los pórticos de peaje no habrían sido desmantelados, son muchos los que se temen que se produzcan «cuellos de botella» y se generen dificultades de tráfico.
Un problema serio va a ser la falta de plazas en las áreas de descanso para camiones. Apenas hay 180 plazas entre Alfajarín y Lleida.
