Hace unas semanas os comentábamos la posibilidad de que se prohibiera la circulación de camiones por la N-II a su paso por Girona y la obligatoriedad de circular entonces por la AP7, autopista de peaje.
La amenaza se ha convertido en realidad y desde el 2 de abril próximo, los camiones a partir de 12 toneladas no podrán circular por la NII desde Maçanet de la Selva y La Jonquera, casi 90 km de prohibición.
FENADISMER considera esta decisión “como una medida sin precedentes tanto en España como en el resto de Europa” ya que nunca antes se había prohibido la circulación de camiones en una carretera de ámbito nacional y en un trayecto tan largo, más aún teniendo en cuenta el carácter estratégico de esta vía que es la salida natural para el tráfico de mercancías desde el Mediterráneo y centro de la península hacia el resto de Europa.
Son más de 3000 camiones los que transitan a diario por esta nacional que al verse obligados a circular por el peaje se dejarán unos 12 millones de euros adicionales por esta prohibición.
FENADISMER va a solicitar de la Generalitat y del Ministerio de Fomento en primer lugar que reconsideren esta decisión tan perjudicial para los intereses de las empresas de transporte españolas y además para todas las comercializadoras y exportadoras de productos a Europa, que van a ver encarecida esta exportación, algo que no va a beneficiar en absoluto al conjunto de la economía española. Y en cualquier caso, de llevarla adelante (a partir del 2 de abril, según hemos podido saber) que se establezcan medidas compensatorias para los camiones como `puede ser la gratuidad del peaje de la Ap7 en los tramos paralelos de mayor densidad de tráfico de la N-II y de una sustancial rebaja del peaje en el resto de los tramos de la AP7 paralelos a la N-II.
Una medida idéntica fue tomada en la AP-2 y AP-68 entre el Gobierno de Aragón y la concesionaria Abertis, también concesionaria de la AP-7) cuando acordaron la gratuidad de los peajes de ciertos tramos de dichas autopistas y la reducción al 50% del resto de los tramos coincidentes con la N-II y la N-232 como medida incentivadora para los camiones para el uso de estas pistas de peaje.
La prohibición durará todo el tiempo que duren las obras del desdoble de la N-II. Algo de lo que los transportistas no tienen ninguna culpa de que no se haya realizado, ya que suficientes impuestos recauda el estado con el Impuesto Especial de Hidrocarburos pagado por los transportistas, como para haber acometido esas obras en tiempo y en plazo.